El Fondo permanente de rescate europeo (ESM, por sus siglas en inglés) invertirá, principalmente, en deuda de alta calidad -rating AA o superior- emitida por los gobiernos, agencias europeas o instituciones internacionales, aunque también podrá diversificarse y adquirir deuda bancaria a medida que vaya creciendo, según un documento al que ha tenido acceso Bloomberg News.
El Fondo, que en principio comenzará a funcionar en octubre, mantendrá por lo menos el 15% de su volumen máximo de préstamos -unos 75.000 millones de euros si finalmente cuenta con una capacidad crediticia de 500.000 millones- en "activos de la más alta calidad" -triple A-. A partir de esa cuantía, las compras se ampliarán a otro tipo de activos, incluyendo bonos bancarios.
Contará con un capital inicial de 80.000 millones de euros, que serán aportados de forma progresiva -hasta 2014- por los estados miembros de la zona euro. Los gobiernos también aportarán otros 620.000 millones de euros en garantías -colateral-, hasta un importe total de 700.000 millones, de los cuales sólo podrá prestar 500.000 para mantener su máxima calificación crediticia.