El político socialista Odón Elorza escribe un artículo más sobre la regeneración de la socialdemocracia, que según él pasa, cómo no, por "el reencuentro con la política".
Los socialistas de todos los partidos, enfrentados a la realidad, han optado por una estrategia masiva de engaño y autoengaño. ¿Cómo es posible, en efecto, que nos hablen de reencontrarse con la política quienes jamás la han abandonado?
Simplemente, se han inventado un mundo donde la política no ha existido: "La política camina a la deriva y sin crédito democrático, cuando tendría que imponer sus leyes a una economía injusta y especulativa". Elorza habla como si los ciudadanos no hubiésemos pagado impuestos, como si no hubiésemos padecido innumerables intrusiones de la política en nuestra libertad, nuestros contratos, nuestra propiedad y nuestra vida cotidiana. No se sabe bien qué es lo que él entiende por injusticia y especulación, pero si es lo que sobreviene cuando la política no impone leyes, entonces eso no es lo que ha sucedido, como le podría informar cualquier ciudadano.
Pero parece que Elorza no quiere información sino fantasías paranoides. "Poderes económicos que aprovechando la crisis están secuestrando la democracia ante la impotencia de los Gobiernos y sembrando la incertidumbre y el miedo entre millones de hombres y mujeres". Cada vez los Gobiernos cobran más impuestos y recortan más libertades, y para este socialista preclaro son ¡impotentes!
Puestos a la impostura, ¿por qué no seguir? Y sigue, y sigue hasta la irrespetuosidad más extrema. "Sistema neoliberal que ha contaminado la política con la corrupción". Sí, ha leído usted bien. Al revés de Lord Acton, para Elorza no es el poder el que tiende a corromper, sino su ausencia.