Holanda y Austria, dos de los países más estrictos en la política de rescates, han aceptado este viernes dar a Grecia más tiempo para corregir su déficit excesivo y aplicar las reformas exigidas por la UE a cambio del rescate, pero han dejado claro que en ningún caso habrá más dinero para el Gobierno de Atenas.
"Si el déficit acaba siendo algo peor de lo esperado por culpa de una caída temporal de la economía, podría haber más tiempo, pero no dinero, no dinero extra", ha dicho el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, en declaraciones a su llegada a la reunión informal del Eurogrupo. "Les daremos el tiempo que necesiten para ello, pero probablemente no más dinero", ha coincidido la representante austríaca, Maria Fekter.
Los inspectores de la troika (formada por la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) se encuentran estos días en Atenas negociando con el Gobierno heleno los ajustes necesarios para encarrilar el programa de rescate tras las elecciones celebradas en primavera.
Su informe se espera para el mes de octubre y de sus conclusiones depende que se pague el siguiente tramo de ayuda de 30.000 millones de euros, sin el cual Grecia se vería obligada a suspender pagos y probablemente a salir del euro.