La reunión del Banco Central Europeo ha traído, como se esperaba, el anuncio del regreso del programa de compra de deuda, aunque con una "condicionalidad estricta". Después de que en julio pasado Mario Draghi advirtiera de que no actuaría si los países en apuros no solicitaban formalmente su intervención, el presidente del BCE ha confirmado este jueves que volverá a adquirir bonos en el mercado secundario al tiempo que empujaba a nuestro país a pedir ayuda de forma oficial: "Está en la mano" de España, ha dicho el italiano.
En su intervención, en la que Draghi detalló en qué consistía el nuevo plan de compra de bonos, el italiano dijo que el plan pretendía evitar "severas distorsiones" en los mercados y "miedos infundados" sobre el futuro del euro. El mensaje de que el euro es irreversible fue también lo más repetido en la comparecencia de Rajoy y Merkel, celebrada casi al mismo tiempo en Moncloa, aunque ninguno de los dos aclaró si España se acogería al rescate. El presidente insistió en que aún tenía que estudiarlo y Merkel reiteró que el BCE era independiente. Poco después trascendía que había habido un voto en contra del plan en la reunión de la entidad europea: el del Bundesbank.
En los mercados, sin embargo, no ha habido dudas: los futuros efectos del anuncio de Draghi han desatado la euforia tanto en España como en el resto de Europa. El Ibex 35 se ha disparado un 4,91%. Desde el anuncio, la bolsa española ha ganado 368 puntos hasta situarse en los 7.862 enteros, reduciendo así las perdidas anuales al 8,22% y volviendo a niveles de abril.
En el resto de bolsas europeas se ha extendido también el entusiasmo por las palabras del presidente del BCE y han cerrado este jueves en terreno verde. Así, el Cac de París ha subido un 3,06%, el Dax alemán, un 2,9% y la bolsas de Londres un 2,11%. El euro por su parte, subió y se cambiaba a 1,2640 dólares, frente a los 1,2603 en las últimas horas de la negociación europea del mercado de divisas del miércoles por la tarde.
Al mismo tiempo, la tensión en el mercado de deuda se ha disipado y la prima, el diferencial entre la rentabilidad del los bonos españoles a diez años con respecto a los alemanes, ha caído más de cincuenta puntos hasta situarse al cierre de los mercados en los 446 puntos básicos, en niveles de mayo. La rentabilidad del bono también se ha rebajado este jueves al situarse en el 6,023%.