La crisis la deben pagar los políticos con la pérdida de sus privilegios, los economistas con el reconocimiento de su incompetencia y de que su mal llamada ciencia funciona para explicar el pasado, pero no para predecir el futuro, los promotores de viviendas con una inspección fiscal potentísima de donde han metido sus beneficios, los paraisos fiscales con su desaparición y el señor Cangrejo con pagar la horas extras de Bob Esponja.
Para el autor:
Felicidades por este esclarecedor artículo. No se podía decir más y con mayor precisión sobre las causas, la consecuencias, a quienes corresponden las cargas de los costes, los peligros de equivocar la solución, etc. Lo recomendaré en mi blog hispanianostra.wordpress.com .
Reitero, felicidades al autor y al equipo.
Saludos.
Ángel Zurita Hinojal
14708446S
659970848
Primero Sr. Rallo felicitarle porque hay pocos con 2 Carreras universitarias, 2 premios fin de carrera y que además expliquen con tanta claridad la economía en esradio a las 20:30 hr
En relación a su comentario de quien debe cubrir las costes de la crisis quiero decirle que yo no me considero responsable en absoluto
1 si hay arruinados en temas como Bankia o a Cam, que cojan a sus responsables, les embarguen su dinero y que los encierren por malas gestiones ayudando a los arruinados
2 si hay especuladores de ladrillo, léase constructores y banqueros, que al final han fallado que paguen por ello y que se vayan a un asilo si necesario
3 si políticos, p ej en Valencia con ciudad de las artes, ágora, copa América, formula 1, open 500 , alta velocidad (que importa llegar 90 minutos mas tarde a Madrid y además quitando vuelos y algo que nunca será rentable) si para ello nos
han arruinado para muchos años y siguen tan felices, A la cárcel con ellos. Lo mismo a nivel nacional
La gran mayoría de españoles queremos vivir del cuento : sabe Ud. cuanta gente sobra en todos los organismos oficiales, y que van a hacer cuando los despidan. Un drama, porque falta creatividad y ganas de trabajar sobre todo desde la llegada del euro. Antes solo sabíamos exportar frutas y construir para los extranjeros segundas residencias ¿Que se va a hacer ahora? ¿ No le da miedo pensarlo?
Lo único que me arrepiento es en no haber actuado como bastantes miles de españoles que supieron pegar los pelotazos en construcción y retirarse a tiempo ¡ Cuantos millones de euros deben estar en cajas seguridad de bancos españoles, cuentas en el extranjero o en los ladrillos caseros. Debe ser increíble la cantidad y que desde luego a ellos les importa un verdadero pito esta crisis y viven una muy buena marcha
¡Que vergüenza de país!
Es verdad lo que destaca el Sr Rallo. El problema de la impunidad ante la culpa de los desastres financieros y económicos de un país, es una consecuencia del populismo de su clase política, lo que degenera en mercados cada vez mas intervenidos y regulados.
Por eso Burke estaba en desacuerdo de aplicar la democracia republicana en la Revolución Francesa. Sabía que los excesos y errores que los políticos “representativos” cometerían, no los pagarían estos, ya que no exponían su patrimonio sino el ajeno (el del ciudadano).
Este “riesgo moral” es en realidad un invento de los políticos para hacer creer al ciudadano que siempre está expuesto a un riesgo. Que este riesgo es una fatalidad del destino, tanto si ahorra, si compra acciones en un banco, o si su hipoteca se va a las nubes porque el banco sube de repente los intereses. Esto no es asi, El riesgo moral es siempre consecuencia directa del accionar irresponsable del político, quien sabe que no es su patrimonio el que está en juego cuando interviene en su provecho la economía.
En una economía libre si un banco se equivoca la culpa de su error la pagaran sus directivos y accionistas. Nunca iría un Sr Rajoy, desesperado a “rescatarlo” con los 100.000 milllones prestados a España por el BCU los que seguramente terminaremos pagando todos los españoles.
El riesgo moral (termino tan tendencioso que me da nauseas) se extinguiría de inmediato si el Poder Judicial aplicase realmente el Código Penal a quien debiendo ser un civil servant, interviene irresponsable y lesivamente en ámbitos que deberían ser privados y solo sujetos a la voluntad del ciudadano.
Esto en lo político, en lo social tampoco podremos olvidar el adagio “aquí la culpa murió soltera, porque nunca la quiso nadie”
Amagi24,
La alternativa a: “es recurrente escuchar que la crisis la han provocado los ricos y no los pobres”, no es solo su contraria, somo Vd. pretende, sino que, en primer lugar, cada uno ha recibido los resultados de sus propias decisiones. Lue go Rallo indica algunas causas ultimas, muy ligadas al intervencionismo en el mercado libre.
La utilidad del consejo de tener unas nociones mi'nimas de economi'a, si dudosa para Vd. es porque vuelve a la falacia de que solo se implica un resultado contrario al de no tenerlas, le permite obrar de modo ma's prudente, aun no conociendo los negocios to'xicos, se cuidara mucho de invertir (arriesgar su dinero) en ellos, cuando ofrecen rentabilidades elevadas y sin garantia sobre la inversio'n, sin conocer hasta el u'ltimo detalle.
Tambie'n le ensen~ara, que el responsable u'ltimo de invertir a ciegas, o cuando falta la informacio'n necesaria, es Vd.
Rallo no reduce la responsabilidad penal a la moral, lo deja bien claro al principio del arti'culo: "Y, como es obvio, a partir de aquí ya emergen las más variopintas explicaciones de quiénes son los culpables (quede claro que no estamos hablando de una culpabilidad penal, sino meramente económica)."
Se equivoca de nuevo cuando dice que "se nos ha dicho que el egoísmo moral y racional debería ser la base de la conducta económica", es Vd. y solo Vd. quien se empen~a en reducir la economi'a a la moral. Lo que se nos dice es que el beneficio personal (del tipo que sea, material, o espiritual), obtenido por medio de intercambios voluntarios que ambas partes acuerdan libremente, es lo que constituye la base de la economi'a.
De ahi su retahila de errores.
Como muestra: "Para exigir que las futuras pérdidas las asuman quienes malinvierten no es buena idea exigir un mercado financiero desregulado (y, por tanto, descontrolado y generador de recurrentes ciclos y crisis)".
Una vez ma's trata de proyectar los efectos probados de este mercado sobreregulado a uno que nolo este', y para ello, vuelve a pretender que desregulado significa descontrolado.
Por ahora los ciclos so'lo los han generado los sistemas sobreregulados que conocemos. Un mercado desregulado, no estari'a descontrolado, sino que cada uno tendri'a el control necesario para elegir libremente en quien confia y para exigir la informacio'n que necesita. Al contrario que ahora, que vivimos bajo la ilusio'n de que un estado incapaz de ofrecer a cada uno lo que necesita de modo eficaz, nos librara' del descontrol. Ha resultado lo contrario, como era de esperar.
Para mi es sencillo decir quienes son los culpables de la crisis:
La casta política: fomentando la especulación del suelo en lugar de velar por el derecho a una vivienda digna para recaudar 100 veces mas de lo real y perpetuarse en sus cargos y financiar sus partidos políticos sus familias y sus amigos con mordidas y comisiones.
La casta política: Por eliminar el techo de gasto o consentirlo y transmitirle a los cajas y los bancos que en este pais se le puede dar un crédito de 70.000€ a dos parados a 70 años y financiarse con el correspondiente IVA de todas las operaciones de compra-venta para perpetuarse en sus cargos y financiar sus partidos políticos sus familias y sus amigos con mordidas y comisiones.
La casta política: Por animar a las cajas y los bancos a aumentar provisiones vendiendo a los pocos minoristas ahorradores productos derivados tóxicos arruinando a los ahorradores y enriqueciendo a los comisionistas.
La casta política, Sindicatos u Organizaciones Empresariales: Por ladrones de cajas de ahorro y los fondos para la formación y el empleo.
Con esto ya hay por donde empezar.
Voto nulo.
Muy interesante artículo señor, Rallo. Hace mucho escuche una frase que se me quedó: "Decir que todos somos culpables de algo es la mejor manera de que los verdaderos culpables no aparezcan nunca", algo por desgracia muy típico de las tertulias baratas en España, donde muchas veces se abusa en exceso del "si es que en el fondo todos somos culpables de...". Yo coincido plenamente con don José Raga que hace poco decía que un especulador no es alguien intrínseca y necesariamente malo, lo que es intolerable es que ese especulador cuando tiene pérdidas pretenda no apechugar con ellas y que los demás le "inyectemos liquidez". Y aprovecho para reivindicar esta palabra, este verbo, que solemos conjugar muy poco en España, me refiero a "Apechugar", es decir, asumir la responsabilidad de nuestras decisiones cuando dichas decisiones se toman con libertad. Para mí una de las distorsiones más claras del mercado se produce cuando la gente, en el colmo del infantilismo o directamente de la desvergüenza, no acepta tener pérdidas nunca, y cuando las tiene solicita "que le inyecten liquidez". A mí que me gusta el tema de las apuestas deportivas online (a ver cuando le dedica usted un artículo a la chapuza que ha hecho el gobierno con la regulación de este sector, cargándose directamente el mercado con una fiscalidad disparatada) me revienta especialmente, porque lo tengo muy fácil para establecer el paralelismo: imagínense si cada vez que yo hago una apuesta de riesgo y pierdo me pusiese a llorar para que alguien me compensase. En economía en España ha pasado mucho de esto últimamente, el que compra una casa pensando que "los precios nunca bajan" es el ejemplo más claro pero hay muchos más.
Abundando en el artículo, en un sistema socialista como el que padecemos, nada hay más lógico que tratar de endosar los costes a los demás. Es que, parafraseando a Bastiat, eso es el socialismo-Estado por definición: todo el mundo tratando de vivir a costa de todo el mundo.
En esta perpetua lucha de todos contra todos que es el Estado -miserable existencia peligrosa, animal y breve que, parafraseando a Hobbes, solo puede exorcizar el imperio absoluto de la Ley- la culpa siempre la tendrá el vecino y maricón el último. De manera que con sermones al personal no se puede avanzar lo más mínimo: en la selva estatal donde vivimos o matas o mueres, o se come otro el marrón o te lo comes tú.
En un mundo sin Ley no sirve de nada apelar a la moralidad (racionalidad estratégica) para mejorar el resultado colectivo, puesto que la racionalidad táctica obliga a defenderse atacando (recuerden el dilema del prisionero). Nada se logrará reclamando comportamientos éticos en un sistema perverso. Es más, si por fatídico milagro todos nos volviésemos inexorablemente buenísimos y desinteresados, la especie humana no tardaría en desaparecer víctima de un delirio inmolador.
Si no rige la Ley, un mundo de malos es malo, pero un mundo de buenos sería el infierno (recuerden la fábula de las abejas). No son las actitudes personales, que, ya digo, incluso vale más que sean egoístas, sino el imperio de la Ley lo único que puede salvarnos. No exhortemos a ser buenos y reconocer culpas etéreas, sino obliguemos a cumplir la Ley a rajatabla.
Como bien señala Rallo, “cúlpese al papel moneda emitido por una banca central monopolista”, o sea, a la política, y no perdamos el tiempo en bizantinismos. Lo que de verdad interesa es instaurar un auténtico Estado de Derecho, la supremacía absoluta de la Ley, es decir, la prohibición de la violencia hacia individuos pacíficos, y eso sólo se conseguirá denunciando y erradicando cualquier forma de socialismo, el más feroz enemigo de la Ley.
Dice el Sr. Rallo que “es recurrente escuchar que la crisis la han provocado los ricos y no los pobres”, y es que escuchar lo contrario, es decir, “que la crisis la han provocado los pobres y no los ricos” sería, cuanto menos, insólito. El artículo considera que la mejor (auto)defensa contra las malas prácticas bancarias es que “todo ciudadano debiera tener unas nociones mínimas de finanzas”, pero este argumento (esencialmente individualista) es dudoso ya que se considera (utópicamente) que teniendo unas nociones mínimas de finanzas se estaría a salvo (y al tanto) de los negocios tóxicos de la gran banca; además, se revierte la culpa, es decir, si el banco nos estafó con las preferentes o con su salida fraudulenta a bolsa es culpa nuestra ya que no tenemos unas nociones mínimas de finanzas. Creo que el Sr. Rallo no acierta cuando trata de separar responsabilidad penal y económica (el artículo culpa “moralmente” de todas las crisis al conocido comodín determinista austro-liberal, como es el "papel moneda emitido por una banca central monopolista”, es decir, reduce cualquier responsabilidad penal a la moral, y con ello la despersonaliza). Pero hay delitos económicos (con claros efectos sociales) tipificados, lo que no hay es suficiente voluntad política para llevar a juicio a los responsables (afortunadamente iniciativas como la de UPyD al presentar una querella contra consejeros de Bankia nos recuerdan que detrás de los desastres económicos hay nombres y apellidos).
Si se nos ha dicho que el egoísmo moral y racional debería ser la base de la conducta económica entonces es lógico que todo el mundo trate de “trasladar sus incipientes pérdidas al vecino”; lo que observo es que, más que los trabajadores, las familias o los empresarios, los que han logrado finalmente “endilgar los costes de la crisis al resto de sus conciudadanos” (privatizar beneficios y socializar pérdidas) han sido los banqueros (gracias a los políticos). El Sr. Rallo dice que “probablemente terminen pagando justos por pecadores y retrasemos la superación de la crisis”, tiene razón pero no “probablemente”, en España ya estamos pagando justos por pecadores y retrasando la superación de la crisis desde, al menos, dos años. Para exigir que las futuras pérdidas las asuman quienes malinvierten no es buena idea exigir un mercado financiero desregulado (y, por tanto, descontrolado y generador de recurrentes ciclos y crisis) sino precisamente lo contrario, exigir que los mercados financieros se olviden del casino y se dediquen a financiar la economía real.
Saludos.
por desgracia la pagamos todos
pero por justicia se debería analizar qué causas fueron determinantes para que se haya dado tamaña crisis y legislar para que si alguien sea gobernante ó banquero se le va la olla que acabe entre rejas.
entre rejas porque las crisis económicas aunque no son un crimen directo cómo asesinar a alguien hacen mucho daño a personas,familias,matrimonios,socios,clientes de bancos y a personas que sin hipotecarse en nada deben ahora abonar los mismos impuestos que los viva la virgen de turno.
Sufrimiento que tambien debe ser legislado severamente.
Pero no para unos años sino para siempre que luego se olvidan todos de lo que está ahora aconteciendo y hala al cachondeo padre otra vez.