El deporte es un ejemplo del liberalismo.
Destacan unas reglas sencillas e iguales para todos y la igualdad de oportunidades (que no significa igualdad entre los atletas).
Situaciones parecidas se dan en los países más liberales, y todo lo contrario en los países socialistas (ya sean en sus variantes comunistas, socialdemócratas-keynesianas o nacional-socialistas) en estos casos las leyes se modifican continuamente y no existe igualdad de oportunidades sino ventajismo a los amiguetes (como en la liga española de futbol).
Sin embargo hay un borrón en el deporte olímpico, es el peloteo a las dictaduras.
Por favor, las comparaciones sabe usted que son odiosas; para defender un liberalismo a ultranza, no hace falta tanto tirabuzón ideológico. Espero que usted mismo vea los tópicos en que incurre y en todo caso, que siquiera vea que el deporte es la igualdad de oportunidades (relativa) después de seleccionar a los mejores, por descarte sucesivo de los que no llegan a unos mínimos. Si colocamos la vida de la personas en unos niveles de igualdad de oportunidades y capacidades personales análogos a los atletas olímpicos, el ejemplo es más claro, pero ¿dónde se da esa situación de partida, o siquiera sea, se facilita a todos? O ¿no hay grupos sociales que heredan muchos metros recorridos por cuenta de su nacimiento y posición social? Se lo dejo para que siga con los casos.
Y sobre todo si el movimiento olímpico se sufraga con dinero privado, porque tengo entendido que las únicas olimpiadas con superávit objetivo fueron las de Los Angeles 1984. El resto a pagar, y muchas veces dinero público. Creo que aún se está pagando el estadio olímpico de Montreal 1976.