España habría podido evitar en gran medida la significativa destrucción de puestos de trabajo registrada en su mercado laboral desde que comenzó la crisis de haberse aprobado "hace unos años" una reforma laboral similar a la adoptada finalmente en febrero de 2012, según apunta en un informe el Banco Central Europeo (BCE).
"En el caso de España, las autoridades finalmente aprobaron, en febrero de 2012, una reforma del mercado de trabajo de gran trascendencia y envergadura que podría haber sido muy útil para evitar la destrucción de empleo si se hubiese aprobado hace unos años", defiende la institución presidida por Mario Draghi en su boletín del mes de agosto.
En este sentido, al analizar los procesos de ajuste emprendidos por los cuatro países de la eurozona sometidos a algún tipo de asistencia financiera (Grecia, Portugal, Irlanda y España) además de Chipre, el BCE señala que, tras el inicio de la crisis financiera, salvo en el caso de Irlanda, la moderación salarial se ha producido con un retraso considerable (en Portugal en 2010) o ha seguido siendo muy limitada (en España y Chipre, al final de 2011).
De este modo, el BCE pronostica que en el futuro se produzca "una acusada caída de la remuneración por asalariado" en España, "como consecuencia de nuevos recortes de los salarios del sector público y del impacto de la reforma laboral en la moderación de las reivindicaciones salariales del sector privado", y en Grecia, como resultado de las recientes reformas del proceso de determinación de salarios en el sector privado.
Más reformas estructurales
Asimismo, el instituto emisor de la eurozona considera que, dado que la necesidad de reequilibrio todavía es considerable, "todos los países tendrán que emprender reformas adicionales de gran calado" e introducir medidas adecuadas para aumentar la competitividad vía precios y la competitividad no precio, así como para reducir el desempleo y restablecer la sostenibilidad de las finanzas públicas.
En cuanto a la competitividad, el BCE señala que, "habida cuenta de su bajo nivel", es "especialmente urgente" aplicar sustanciales recortes adicionales de los costes laborales unitarios y de los márgenes de beneficio excesivos, sobre todo en países con niveles de desempleo muy elevados.
Prevé una mayor recesión en europa
Los expertos consultados por el Banco Central Europeo (BCE) han revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento de la zona del euro para este año y prevén una contracción del 0,3 %, frente al 0,2 % calculado en mayo, lo que habla a favor de un nuevo recorte de los tipos de interés.
En la encuesta, que el BCE realizó entre el 16 y el 19 de julio y publicó hoy en el boletín mensual de agosto, los expertos han revisado a la baja sus perspectivas de crecimiento para este año y el próximo.
Asimismo, los resultados suponen que las expectativas de inflación para 2012 y 2013 prácticamente no han experimentado variación en comparación con la encuesta anterior, dijo el BCE. En cuanto a las expectativas de inflación a más largo plazo, la previsión media se mantiene sin variación en el 2 %.
El presidente del BCE, Mario Draghi, explicó la semana pasada que "el consejo de gobierno de la entidad discutió una posible bajada de los tipos de interés, pero decidió que no es el momento adecuado".
Algunos expertos prevén que el BCE reduzca el precio del dinero, actualmente en el 0,75 %, en su reunión de septiembre. Las expectativas de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para 2012 se han revisado ligeramente a la baja, en 0,1 puntos porcentuales, y actualmente se cifran en el -0,3 %.
Para 2013, las expectativas de crecimiento de la zona del euro se han reducido significativamente, en 0,4 puntos porcentuales, hasta el 0,6 %. Por lo que respecta a 2014, las expectativas se sitúan en el 1,4 % .
"Los principales factores determinantes de las revisiones a la baja son la intensificación de las medidas de saneamiento presupuestario en algunos países de la zona del euro y la mayor incertidumbre que rodea a la resolución de la crisis de deuda soberana", según el informe.
Además, "se mantienen los riesgos a la baja para el crecimiento del PIB de la zona del euro, derivados, principalmente, de una escalada de la crisis de deuda soberana".
"Entre estos riesgos, también se mencionan un nuevo deterioro de la confianza, un aumento de los niveles de incertidumbre y una caída de la demanda externa como consecuencia de una desaceleración de la economía mundial", según el BCE.
Las expectativas de inflación para 2012 y 2013 obtenidas de la encuesta se sitúan en el 2,3 % y en el 1,7 %, respectivamente, lo que supone que no se han revisado las cifras correspondientes a 2012 y que se han revisado a la baja en 0,1 puntos porcentuales las de 2013.
Esta revisión a la baja para 2013 responde principalmente "al descenso de los precios de la energía y de las materias primas, a las perspectivas de crecimiento menos favorables y al hecho de que las presiones salariales hayan sido más limitadas", según el BCE.
Añade que las expectativas de inflación para 2014 se sitúan en el 1,9 %. Los riesgos para las perspectivas de evolución de los precios siguen estando, en general, equilibrados a medio plazo.
Los riesgos al alza proceden de nuevos aumentos de los impuestos indirectos, derivados de la necesidad de consolidación fiscal, y de unas subidas de los precios de la energía a medio plazo mayores de lo previsto.
Los principales riesgos a la baja están relacionados con el impacto de un crecimiento menor de lo esperado en la zona del euro, en especial como consecuencia de la intensificación de las tensiones en los mercados financieros, que podría afectar al balance de riesgos hacia la baja.