Desde que comenzó la crisis, hace ya cinco años, el Ibex ha perdido la mitad de su valor; mientras, Inditex doblaba su precio en bolsa. Por eso, Amancio Ortega se ha colocado como el tercer hombre más rico del mundo. Este martes, el índice diario de Bloomberg situaba al empresario español en el podium de los multimillonarios a escala planetaria. La subida de las acciones de Inditex, en máximos a pesar de la crisis, ha colocado al fundador de Zara justo por delante del mítico Warren Buffett y sólo por detrás de Carlos Slim y Bill Gates, con una fortuna de 46.600 millones de dólares (unos 38.000 millones de euros), tras incrementar su riqueza en un 32% en lo que va de año.
La pregunta que se hace cualquiera es cómo alguien que comenzó con una pequeña empresa de fabricación de batas, ha logrado todo esto en apenas cuarenta años. La explicación es sencilla: Ortega ha conseguido encontrar un producto que gusta, lo ha puesto en el mercado a precios competitivos y ha inventado una revolucionaria forma de distribución que ningún competidor ha sabido igualar.
Es el capitalismo en la mejor de sus expresiones. Un modesto empresario español ha logrado vencer a los colosos de la industria textil con imaginación y trabajo. Y se ha hecho rico mejorando la vida de sus clientes, a los que proporciona prendas de calidad a un coste inferior al que nunca hubieran imaginado.
Imparable
En los últimos años, el ascenso imparable de Ortega se ha visto acelerado por la exitosa trayectoria de sus empresas en China y otros mercados emergentes. Parece que nada se interpone en el camino de Inditex. Con más de 5.500 establecimientos en los cinco continentes, el límite del imperio de Arteixo todavía no aparece en el horizonte. Como diría Buzz Lightyear: "Hasta el infinito y más allá".
Por eso, sus acciones siguen imparables en los mercados. Como la fortuna de Ortega se sustenta fundamentalmente en los títulos de Inditex, el hecho de que su precio en los parqués siga en ascenso ha multiplicado el montante de su riqueza estimada. Incluso a pesar de que este último año ha sido muy negativo para la bolsa española, la empresa gallega ha pasado de superar por poco los 55 euros por acción a rondar los 90 (este martes cerró a 90,6 euros). Mientras, en el mismo período de tiempo, el Ibex pasaba de los 8.500 puntos a los 7.200 por los que transita en estos momentos.
Si tomamos como referencia los años de crisis, la trayectoria de Inditex es aún más sorprendente. El 9 de agosto de 2007 es el día que oficialmente se toma como referencia del inicio de la actual recesión, pues fue el momento en el que el BCE y la Fed acordaron una acción conjunta para inyectar liquidez a la banca. Desde entonces han transcurrido exactamente cinco años. En este lustro, el Ibex ha pasado de los 15.004 puntos a los 7.211 con los que cerró el martes. Mientras, la acción de Inditex doblaba su precio, pasando de 45,64 euros a 90,6. Uno cae a la mitad mientras el otro se multiplica por dos: podríamos decir que la empresa gallega saca cuatro veces más mejores resultados que la media de las grandes corporaciones españolas.
Con esta evolución, no es raro que se haya convertido en la mayor compañía por capitalización bursátil, superando a bancos, eléctricas o petroleras. De hecho, a lo largo de 2007 el valor en bolsa de todas las acciones de Inditex se mantuvo entre 20.000 y 25.000 millones; este martes superaba los 55.000 millones (más del doble).
¿Crisis? ¿Qué crisis?
De hecho, viendo las cifras de Inditex sorprende especialmente su desempeño en los últimos cinco ejercicios. Durante los años buenos, fueron muchas las empresas españolas que consiguieron mejorar su cuenta de resultados. Lo que muy pocos han logrado es pasar las vacas flacas casi sin un rasguño.
En un momento en el que la economía española está estancada y la noticia más habitual es el cierre de empresas, Inditex ha logrado crecer un 1% en el ejercicio 2011 dentro del territorio español. De hecho, la empresa podrá efectuar una importante inversión de 1.000 millones gracias a que obtuvo unos beneficios en todo el mundo un 12% superiores en el último ejercicio, hasta los 1.932 millones. Así, el incremento de la cifra de negocio y la mejora de la eficiencia operativa han permitido que el EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) se haya elevado un 10%, hasta los 3.258 millones de euros.
Todo esto se explica por su espectacular expansión internacional. Como casi todas las empresas exitosas, el crecimiento de Inditex ha ido acelerándose según consolidaba el modelo de negocio. De esta manera, desde que Zara abriera su primera tienda en La Coruña, a Amancio Ortega le llevó 13 años salir de España (fue en 1988 en Oporto).
En 2004, el grupo conseguía llegar a las 2.000 aperturas, con un establecimiento en Hong Kong. Le había llevado casi 30 años llegar a esa mágica cifra. Pero lo mejor estaba por llegar. En los ocho años siguientes, hasta la actualidad, se han abierto 3.500 establecimientos más y está presente en 82 países. Y todo el mundo empieza a hacer cuentas de cuándo llegará la tienda número 6.000 y de si será capaz de alcanzar las 10.000 en esta década. Los nuevos mercados asiáticos son el nuevo reto de la firma, que aunque ya está presente en todos ellos, sabe que mantienen el mayor potencial de crecimiento. Ya tiene 891 tiendas en Asia un territorio que roza el 20% de las ventas del grupo.
En este proceso, el grupo ha llegado a los 109.000 empleados y, en un año tan complicado como éste, ya ha anunciado la inversión de 1.000 millones de euros en España. Pocos pueden presentar estas cifras.
Una respuesta flexible
Tiendas emblemáticas
El punto de venta siempre ha sido una de las máximas de la marca española desde sus inicios. Inditex cuida al máximo su localización y ha procurado situarse siempre en las mejores calles de las ciudades donde se instala. Estas emblemáticas tiendas como las que se sitúan en la Gran Vía madrileña o en el Boulevard de la Madeleine de París son la mejor publicidad para la empresa gallega.
De hecho, la marca principal de Inditex prepara la apretura de tres tiendas en los próximos meses que se situarán, según publica este martes Expansión, en las mejores calles de Londrés, Oxford Street, París, los Campos Elíseos y Munich, Kaufingerstrasse, para abrir sus nuevas tiendas. Los tres establecimientos seguirán la estética del nuevo zara de la Quinta Avenida de Nueva York.