"Creo que si el anterior Gobierno permaneciera en el poder, los diferenciales de Italia rondarían los 1.200 puntos", apunta el excomisario europeo en una entrevista concedida al periódico The Wall Street Journal, donde señala que los altos costes de financiación de la deuda que aún debe afrontar Italia en los mercados no sólo se deben al elevado endeudamiento del país transalpino, sino que también reflejan el temor de los inversores "a la ruptura del euro".
En este sentido, Monti recuerda que "Francia ha hecho mucho menos reformas" de las que ha llevado a cabo hasta la fecha Italia, pero sus diferenciales son más bajos, algo que el primer ministro italiano atribuye a que la gente considera que "Alemania nunca dejará marchar a Francia", informa Europa Press.
De este modo, Mario Monti reconoce no compartir completamente la visión germana de que el incremento de los costes de financiación se produce como consecuencia de que el mercado considere que se han hecho pocas reformas en la economía doméstica, ya que, en su opinión, "esta postura no tiene en consideración el hecho de que los altos diferenciales reflejan los temores del mercado a la ruptura de la eurozona".
Además, en relación con las fuertes medidas de ajuste aplicadas, el primer ministro italiano asegura que su aspiración "no es ser querido, sino que el Gobierno sea respetado y creíble".
"Mi trabajo consistía en transformar mi popularidad, que empezó cerca del 72% y actualmente se encuentra en el 40%, en impopularidad por medio de la adopción de las medidas necesarias", añadió.
Contrario a crear una FED europea
Por otro lado, el primer ministro italiano se muestra contrario a la posibilidad de introducir cambios en el mandato del Banco Central Europeo (BCE) con el fin de incorporar las políticas de crecimiento dentro de su radio de acción, a semejanza de lo que ocurre con la Reserva Federal de EEUU (Fed).
"No estoy a favor de un cambio en el mandato del BCE, no porque no crea que Europa necesite una política de crecimiento más vigorosa, sino porque creo que debería provenir de otros aspectos de la política económica", indica.
"Mi temor es que incluir el crecimiento en el mandato del BCE, en línea con la Fed, sirviera de coartada a los políticos para no hacer las cosas que deberían", señala Monti, subrayando la importancia de preservar la independencia del 'Guardian del euro'.
En este sentido, el primer ministro italiano dice no tener ninguna duda de que "la noche antes de la desintegración del euro" el BCE haría todo lo necesario para salvar al euro, aunque se pregunta si acaso es necesario llegar a esta última noche o apenas un poco antes.
"Estoy seguro de que las medidas a corto plazo (acordadas en la cumbre de finales de junio) serán aprobadas antes de la catástrofe y puede que sean suficientes para evitarla", zanjó.