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Se embarca en un nuevo proyecto

Emprendedor con 88 años: "Mi satisfacción es crear cosas que funcionan"

Fidelio Herrera ha inventado un canapé que se levanta con un desplazamiento vertical paralelo, lo que facilita la tarea de hacer la cama.

Al oír la palabra emprendedor, a la mayoría de los españoles le vendrá a la mente la imagen de un joven prodigio de la tecnología que, recién terminada su carrera, está trabajando en una idea innovadora para convertirse en un exitoso empresario. Pero ni necesariamente un emprendedor tiene que ser un veinteañero, ni tampoco un nuevo Mark Zuckerberg: "Sólo basta con crear algo que funcione", asegura Fidelio Herrera que a sus 88 años acaba de inventar un nuevo producto, Hegosan: un canapé que se levanta en vertical para facilitar la tarea de hacer la cama.

Fidelio Herrera es ingeniero mecánico y durante muchos años ha sido propietario de una empresa de fabricación de máquinas. A pesar de su avanzada edad, nunca ha querido abandonar su profesión. Además de dedicarse a su nuevo proyecto, Herrera ha desarrollado teorías propias, ha investigado a fondo los mecanismos de engranajes y ha empezado a escribir un libro, porque "antes que empresario soy ingeniero" asegura en una entrevista a Libre Mercado.

Pregunta (P): Con la crisis, el mercado laboral español ha dado un giro de 180 grados y parece que no queda otra opción que montar tu propio negocio ¿siempre has trabajado por cuenta propia?

Respuesta (R): No, en mi juventud trabajé por cuenta ajena, pero no demasiado tiempo. Creo que cuando eres joven trabajar por cuenta ajena es casi una obligación si quieres aprender, porque no puedes lanzarte a montar tu empresa sin conocimientos prácticos. Para mi, trabajar por cuenta ajena fue como pasar por una segunda escuela y lo recomiendo.

P: ¿Cómo surge la idea de crear el canapé en vertical?

R: Hace unos años visité una fábrica de canapés y me contaron que llevaban tiempo buscando la solución para que la tapa del canapé en lugar de levantarse hacia arriba, girando como una bisagra como todos los de ahora, se levantase con un desplazamiento vertical paralelo a si mismo lo que facilitaría el ejercicio de hacer la cama.

Entonces, estudié la idea, inventé un mecanismo que lo consiguiera y les di un presupuesto que no aceptaron. Entonces me dije: 'Esto lo hago yo por mi cuenta'. Llevo trabajando en esto dos años y medio.

P: ¿Qué pasos tuviste que dar para patentarlo?

R: Hay que crear el mecanismo, lo dibujas y lo llevas a una oficina de patentes con una memoria explicativa de su originalidad y las reivindicaciones que quieres proteger. Respecto a este mecanismo en concreto, he tenido que patentar 5 o 6 variantes para cubrir todo un abanico de posibilidades e impedir que la competencia se meta aquí.

P: Entonces, ¿tus competidores son los fabricantes de canapés?

R: No, los fabricantes de canapés compran los canapés a los fabricantes de mecanismos. Los fabricantes de canapés son mis clientes, pero la idea de este proyecto es que al final fabriquemos nosotros tanto el canapé como el mecanismo. Aquí es donde entra Teodoro, mi socio, un ebanista de 46 años que se ha quedado sin empleo al cerrar la empresa donde trabajaba. Es un excelente profesional y con sus conocimientos sobre la madera y con los míos sobre la mecánica formamos la simbiosis perfecta.

R: ¿En que fase de la vida de la empresa estás?

P: Todavía estamos dando los primeros pasos pero creo que se va a abrir mercado. Ahora mismo estoy en conversaciones con fabricantes importantes. Confío en que lleguemos a hacer algo interesante; ya nadie tendrá que doblar la espalda para hacer la cama.

P: Este no es tu primer invento. A lo largo de tu vida has creado un gran número de productos ¿podrías hablarme de alguno que haya triunfado? ¿qué significó su éxito para ti?

R: Sí, he inventado muchas cosas. Un producto que ha sobrevivido y que todavía se sigue fabricando son unas máquinas que se llaman viradores, que se utilizan en los talleres de calderería para soldar. Ahora ya es de dominio público porque han pasado más de 20 años desde que lo patenté, pero te puedo decir que la mayor satisfacción de mi vida ha sido crear cosas que funcionaban.

P: Las nuevas generaciones de ingenieros no tienen esa necesidad de crear como tenías vosotros ¿es una cuestión de actitud?

R: Por un lado sí, pero ése no es el motivo principal. Los profesionales de mi generación hicimos la industrialización de España y ahora ya se crea poco, porque cada vez hay más cosas inventadas, nosotros teníamos más margen para imaginar.

P: ¿Cómo el día a día a día de Fidelio Herrera?

R: Trabajo mucho de noche porque por razones de edad no duermo muchas horas seguidas y porque a esas horas no te molesta nadie. Con el ordenador me pongo a dibujar. Lo que sí que ha cambiado es mi herramienta de trabajo; antes usaba un tablero de dibujo y después de los 65 aprendí a dibujar a ordenador.

P: Ahora, está en boca de todos ser emprendedor ¿te consideras uno de ellos? ¿cómo valorarías el panorama actual?

R: Yo por supuesto que soy emprendedor. El panorama actual no es muy bueno, no hay una cultura de emprender en España.

P: ¿Cuáles son las claves para no desesperarse en los negocios?

R: Está prohibido tirar la toalla, hay que insistir, tener paciencia y perseverancia. Si te critican y si en el sector donde te intentas introducir se ponen nerviosos, continúa, vas por el buen camino.

P: ¿En ningún momento has pensado en retirarte?

R: No. Lo mío es vocacional, soy un apasionado de la mecánica desde pequeño. La gente se sorprende de que sea tan mayor, pero a mí eso no me afecta en absoluto.

En Libre Mercado

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