A todos esos que abogan por la salida del euro, solo les recordaré que la descomunal deuda de España está nominada en euros y en euros se tendrá que devolver por mucho que reinventen unos papelitos que podrán imprimir en la cantidad que quieran pero que nadie querrá. El estado y sus instituciones son insolventes, que quiere decir incapaces de pagar lo que deben. No hay más solución que gastar menos e ingresar más si queda alguien a quien sacar algo.
Sí. La culpa la tenemos los españoles por ceder nuestra soberanía a unas Instituciones no democráticas que no velan por el interés de todos, sino por el del que manda. Es decir, Alemania.
Si el BCE no se compromete por España, hay que salirse de la, mal llamada, Unión monetaria. Mejor hoy que mañana.
Rajoy y los suyos creían, y otros muchos conmigo queríamos creer, que, puesto el gobierno de la Nación en manos de personas, cualquiera que fuera su sesgo ideológico, responsables y sensatas, los mercados de la deuda responderían favorablemente. Evidentemente, como señala el editorial, eso no ha resultado así. En manos de los salidos, ya habríamos alcanzado el estadio griego, y en las de sus amigos por la izquierda, ampliamente superado: peseta va, peseta viene; precios regulados, etc. En fin, la Arcadia que muchos ya hemos vivido.
Aunque la reforma de la organización del Estado, en la línea de la de la concenrtración y fusión de empresas, acabe siendo ineludible, me temo que ni eso bastaría. Sírveme como ejemplo el caso de Italia. Así que "goodby" al "walfare state". Hasta que lo acepte el común de la ciudadanía española, especialmente nuestros jóvenes, que no han conocido otro estado. nos esperan tiempos de confusión y tribulación, si Dios no lo impide. Hoy, así lo creo yo.
Las consecuencias de las acciones de Draghi en las dos últimas semanas van más allá del simple incremento de la prima de riesgo española e italiana y la responsabilidad es exclusivamente suya. Hace un tiempo, los banqueros se caracterizaban por ser parcos en sus palabras y contundentes en sus acciones. Si algo les cuadraba bien era aquella recomendación de "habla poco y lleva un buen garrote en la mano". El sr. Draghi, al parecer, ha descubierto una nueva forma de hacer banca central. Su exceso verbal en Londres, que produjo un movimiento general en las bolsas, estuvo completamente fuera de lugar, pero el espectáculo de su servil modo de someterse a los dictados del Bundesbank, de su incapacidad, nos retrata un banquero central que ni es comedido en sus palabras, ni efectivo en sus acciones, ni independiente en sus decisiones; un tiempo en el que el banquero central sólo está preocupado por salir en las portadas de las Tv's y agradar a sus amos. Con su estúpido comportamiento, el sr. Draghi ha hecho un daño irreparable a Europa, demostrando al resto mundo, de manera definitiva, que los europeos no son de fiar y que, sus líderes, son capaces de afirmar hoy "A" para asegurar "no A" pasado mañana.
España debería aplicarse la humorada de Groucho Marx: "nunca pertenecería a un Club que admitiera como socio a alguien como yo", y abandonar inmediatamente la Eurozona; pero esta no es la única razón, Alemania es el peor socio que puede desearse. Alemania, que cuenta con su nutrida quinta columna de admiradores fanáticos en nuestro país, carece de la generosidad necesaria para ser un buen partenaire en una ventura como la moneda común, incapaces de entender que sus créditos no pueden ser devueltos si los países deudores se sumen en una espiral de contracción económica. Su reacción ha sido, literalmente, la de los acreedores del siglo de Oro, que enviaban a los deudores a la cárcel, haciendo imposible al deudor obtener ingresos para cumplir con la deuda. Alemania es un socio indeseable y lo mejor que puede hacer España es renegociar la deuda y retornar a su moneda nacional. Luego, el futuro estará es las manos de los españoles, y veremos si desean seguir el camino argentino de la inflación y el derroche o no. Esto está por verse. Lo único seguro hoy es que la ruta marcada desde Alemania para sus deudores del sur sólo lleva a la desesperación y la revolución social.
Señores, yo que tengo un dinero ahorrado invertido en la bolsa, del orden para ganar lo suficiente para que me salga gratis el vuelo al extranjero y si es posible algún mes de alquiler (Bergen es una ciudad cara), con la intención de largarme para no volver; habiendo gente que no es que se le haya agotado la prestación, es que hace años que se le agotó y está haciendo chapuzas sin IVA para su hipoteca, o a la que le quitaron la casa, buscando comidas en contenedores o acudiendo a Caritas (no a los sindicatos ni partidos), a la que ya no se le puede pedir sacrificios ni esperanza, pues el paro, en el mejor de los casos, estará estancado en años; creo que no podemos entender que los políticos, causantes de este drama, disfruten TRANQUILAMENTE sus vacaciones. A mí siempre me pareció que Madrid es una ciudad en la que se vive mejor durante agosto sin el jaleo habitual de esta ciudad grande. Podrían quedarse aquí. No, se van fuera. Esto da una idea de que a la incapacidad intelectual de nuestros caciques se le suma la estabilidad mental para gobernar con racionalidad. Fue el PSOE el que cerró los psiquiátricos y el PP no tiene intención de abrirlos. Por el bienestar del estado.
Si hiciéramos todo eso tendríamos un millón de parados más y la prima casi igual. Es un problema del euro, no sólo de España.
De todas formas la obligación del gobierno es hacer todo lo que se piueda y eso no lo están haciendo.
Totalmente de acuerdo con el editorial. España sigue gastando lo que tiene y lo que no tiene y además se sigue endeudando para pagar intereses de préstamos anteriores. Lo que resulta extraño es que los comentaristas y opinadores, hayan tardado tanto en darse cuenta de que el "Estado de las Autonomías" es insostenible. Ahora y tras la guerra contra el funcionariado que medios de uno y otro signo denuncian, (si desvincular tal colectivio de los enchufados y apesebrados), seguirá aunque con menos vigor. El acoso y derribo del estado del bienestar, al dicen defender las izquierdas. Hay otras guerras que perviven a través de los tiempos, tambien patrocinadas generalmente con la izquierda y la derecha, contra la Iglesia, algunos de los integrantes de esta, le hacen flacos favores diciendo que si se quita la ayuda a la Iglesia, Caritas pudiera cesar en su actividad ¡Como si fuera la Iglesia y no el óbolo y trabajo de sus fieles quienes tirasen del carro! En fin mañana más. Saludos
Naturalmente que la culpa es del BCE.
El llamado Estado del Bienestar en España es un modelo superreducido con respecto a otros países, pues ni hay miles de euros para hijos menor de edad, ni renta de inserción para cualquier persona que no encuentre empleo, ni existe el housing, etc, etc.
Luego pedir que se desmonte el Estado del Bienestar en España como pide el editorialista quiere decir dos cosas, una que en España el Estado deje a los más desfavorecidos a su suerte al tiempo que les exprime a impuestos, tasas, precios públicos y multas; y dos: que el editorialista no tiene ni p. idea de lo que habla.
Floriano, del PP, acaba de decir una verdad que se está pasando por alto: España crea empleo por cuarto mes consecutivo con la economía en recesión. Luego la economía española ya está en marcha.
Y vamos a salir de esta crisis, a pesar de zetaparo y de los errores del Gobierno actual, a toda máquina.
Lo único que necesita es un Banco Central que no se comporte como el enemigo.
España ha ganado la mayor cuota del mercado exterior en el mundo junto con Alemania en esta crisis, nos hacemos con grandes contratos en países extranjeros, nuestros grandes bancos y compañías tecnológicas van a salir de esta crisis muy fortalecidas.
Y hay una serie de países, muy singularmente Alemania, que quieren pescar en río revuelto. Muy peligroso el juego alemán, porque también se les puede llevar a ellos por delante.
Pero está visto que Alemania está decidida a ser un país que intente hacerse con el poder total en Europa una y otra vez, a costa de lo que sea.
Alemania y su Banco Central no nos deja más que dos opciones, la rendición incondicional o marcharnos del euro.
Alemania no está dispuesta a pagar nuestro desfilfarro, provocado por la clase política con nuestro consentimiento. La casta política está dispuesta a sacrificar el pueblo, pero ellos, lo privilegiados no.