La semana más complicada para la economía española ha acabado en medio de la euforia de los mercados. Tras tres primeras jornadas muy complicadas, con fuertes descensos en la Bolsa madrileña y la prima de riesgo subiendo sin parar, las palabras del jueves de Mario Draghi han sido como un bálsamo aplicado en las heridas de los inversores. Después de las palabras del presidente del BCE, el Ibex cerró este jueves con una subida cercana al 6% y este viernes, cuando muchos esperaban una recogida de beneficios, la Bolsa hispana ha mantenido su tendencia. El selectivo madrileño ha ganado un 3,91% (un 5,9% en la semana) y ha cerrado por encima de los 6.600 puntos, cuando hace unos días luchaba por mantener la barrera de los 6.000.
Mientras, la prima mantenía su tónica descendente (ha perdido más de cien puntos en tres sesiones) y ha cerrado en los 535 puntos, con el bono a diez años en el 6,75%. Son dos cifras elevadas, pero que suponen un gran alivio después de lo visto al comienzo de la semana.
Entre los 35 valores del índice madrileño, destacaba la subida de Repsol, del 11,42%, del Banco Popular (6,84%) y Santander (5,99%). En el lado negativo, sólo Gamesa sufría unas pérdidas del 3,32%, en tanto que Grifols e IAG mantenían posiciones (+0,00%).
De esta forma, el Ibex volvía a erigirse por segunda jornada consecutiva como el parqué que más avanzó entre las principales plazas de Europa. Milán ganó un 2,9% y París, un 2,2%. Londres dejó sus ganancias en el 0,9%.
Por su parte, el euro permanecía fortalecido frente al dólar y fijaba el intercambio al cierre de sesión en 1,2367 billetes verdes.
Mientras, la prima de riesgo que había sufrido una evolución contraria al índice (bajada inicial y subida posterior), volvía a la tendencia bajista de los últimos días y conseguía colocarse por debajo de los 540 puntos por primera vez en varios días. De nuevo, hay que recordar que estos niveles son altísimos si se mira la tendencia de los últimos años, pero tras la tensión vivida esta semana, con la prima superando con holgura los 600 puntos, la caída del diferencial entre el bono español y el alemán ha sido acogida con alivio por los gobiernos europeos. De esta manera, a las 13:30 horas, la prima de riesgo española se quedaba en los 535 puntos (26 menos que el jueves), con el bono a diez años en el 6,75%, una rentabilidad muy alejada del 7,5% que marcaba hace apenas un par de días.
Al final de la jornada y al igual que la prima de riesgo española, la de Italia, que comenzó en 461 puntos básicos, ha bajado hasta los 456 y ello en una sesión en la que el Tesoro italiano ha colocado el máximo previsto en bonos a seis meses a un interés menor. También la prima de riesgo de Irlanda ha caído hasta los 484 puntos básicos, desde los 497 del inicio de la sesión, en tanto que la de Portugal ha cerrado en 991, y la de Grecia, en 2.533.
Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS), relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban a 520.000 dólares anuales, con lo que siguen siendo los quintos más caros del mundo.