En mitad de la tormenta, salió un rayo de sol. No es definitivo, pues las nubes siguen rodeando la economía española, pero aquellos que quieran ser optimistas pueden agarrarse por unas horas a la jornada han vivido los mercados. Este miércoles, el Ibex 35 ha conseguido recuperar los 6.000 puntos tras una subida del 0,82%. Mientras, la prima de riesgo se relajaba tras las palabras del representante austriaco en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Ewald Nowotny, que se ha mostrado abierto a otorgar licencia bancaria al fondo de rescate de la UE, lo que ampliaría enormemente la capacidad de este mecanismo para comprar deuda pública.
De esta manera, el principal índice del mercado madrileño volvía a superar la barrera de los 6.000 puntos, que no perdía desde 2003 y cerraba la sesión en los 6.004 puntos, tras subir un 0,82%. A lo largo de la jornada las ganancias fueron mayores, pero una apertura dubitativa en Wall Street redujo los números verdes en el parqué madrileño por debajo del 1%.
De los 35 valores del indicador, destacó el comportamiento de Amadeus (+4,69%), FCC (+3,37%) y Sabadell (+3,29%). En el lado negativo, cerraban la tabla Gamesa (-5,09%), Mediaset (-2,02%) y Mapfre (-2,00%).
Santander y BBVA, que llegaron a ganar más de un 2%, no superaron al cierre el 1%. La entidad presidida por Emilio Botín, que presenta este jueves los resultados del primer semestre, subió un 0,92%, en tanto que el banco azul avanzó un leve 0,11%. Telefónica también minimizó su avance y repuntó un 0,31%.
Entre las principales plazas de Europa, sólo Milán (+1,2) se comportó mejor que el Ibex. París y Francfort se anotaron sendos incrementos del 0,2%, mientras que Londres cedió una milésima.
El euro, por su parte, lograba recuperar posiciones frente al dólar y fijaba el intercambio al cierre de sesión en 1,2116 'billetes verdes', con lo que salía de mínimos desde junio de 2010.
Mientras todo esto ocurría en el mercado de renta variable, la deuda española vivía su primera jornada tranquila de las últimas semanas. La mera posibilidad de que el fondo de rescate permanente (el famoso MEDE) pueda pedir una licencia bancaria que amplíe su capacidad para comprar deuda soberana ha permitido que las primas de riesgo de Italia y, especialmente, España hayan caído con fuerza. En concreto, el bono hispano a diez años, que la víspera cerraba en los 639 puntos, su máximo histórico, y que abría la sesión tocando los 650 puntos, comenzaba a caer con fuerza a medida que avanzaba la mañana y se situaba al finalizar la sesión en los 611 puntos, con la rentabilidad en el 7,38%. Siguen siendo unas cifras altísimas, pero los descensos de casi 30 puntos en el diferencial y de 24 en la rentabilidad del bono no pueden ser despreciados.
Por su parte, la prima de riesgo italiana cerraba en 518 puntos básicos (18 menos que ayer); la irlandesa, en 513 (4 más); la portuguesa, en 1.018 (44 más), y la griega, en 2.637 (42 menos).
Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban al cierre de hoy a 561.860 dólares anuales. Los seguros por impago españoles se colocan así como los quintos más caros del mundo, solo por detrás de Argentina, Venezuela, Ucrania y Portugal.