"Bankia, en diciembre del año pasado, era relativamente percibida como un proyecto atractivo". Con estas palabras ha despachado José Manuel Campa, secretario de Estado de Economía durante los dos últimos años y medio del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la responsabilidad de su departamento en la crisis de la entidad financiera creada por la unión de siete cajas de ahorros.
La comparecencia de Campa ante la Comisión de Economía del Congreso ha estado marcada por la falta de autocrítica, algo que ha sido denunciado por todos los grupos parlamentarios con la excepción del socialista. El que fuera número dos de Elena Salgado ha admitido que se cometieron "errores y excesos" en el sistema financiero que deberán generar "responsabilidades concretas", pero ha defendido que la reforma emprendida por el Ejecutivo del que formó parte marchaba en una "dirección que es y era correcta".
Incluso, ha llegado a apuntar que el sistema financiero español no tenía un "problema sistémico" hasta este año y que las dificultades estaban circunscritas a entidades concretas. Además, ha asegurado que los indicadores de confianza de la economía española (Bolsa, prima de riesgo, acceso a los mercados, etc...) estaban mejor que ahora. Por último, ha defendido que el anterior Gobierno, junto con el Banco de España, realizó hizo "un esfuerzo sustancial" (el mayor de los países europeos) "por favorecer la transparencia" con un resultado que "siempre fue generador de confianza".
La Comisión
Después de que el PP y el resto de los grupos no llegaran a un acuerdo para crear una comisión de investigación centrada en Bankia, se alcanzó la solución intermedia de llamar a la Cámara Baja a una serie de ex altos cargos del Gobierno y las entidades bancarias, con el objetivo de encontrar respuestas a la pregunta que muchos españoles se hacen: ¿cómo es posible que el denominado "sector financiero más sólido del mundo" haya terminado pidiendo un rescate de 100.000 millones de euros a la UE para salir adelante?
Campa ha sido el encargado de inaugurar estas sesiones y se preveía que la suya sería una comparecencia tranquila. El PSOE no va a atacar a quien ha sido su secretario de Estado y el PP tampoco estaba previsto que hiciera sangre con un economista de prestigio que llegó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuando el barco ya se hundía. Se espera con mucha mayor expectación la llegada este mismo martes de Miguel Ángel Fernández Ordóñez y la de Elena Salgado o Rodrigo Rato, que acudirán a la Cámara Baja el próximo jueves.
Las palabras de Campa
El que fuera número dos de Economía no ha querido, en su intervención inicial, entrar en grandes polémicas. En general, en toda su comparecencia ha mantenido su discurso de que las cosas se hicieron bien y, si salieron mal, fue por el entorno de recesión económica en el que se desarrollaban.
Por eso, aunque ha aceptado posibles "errores cometidos" ha asegurado que "la dirección de la reestructuración financiera, es y era la correcta". En este sentido, Campa pidió que no que se valore "éxito o el fracaso" de la reestructuración financiera en función de instituciones "específicas", como Bankia, sino sobre su capacidad de fortalecer las entidades en general.
Lo más sorprendente de sus palabras ha llegado cuando ha asegurado que el sistema financiero español no se enfrentaba, hasta esta primavera a un "problema sistémico", sino a situaciones preocupantes que concernían sólo a entidades concretas y que fueron tratados a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). En su opinión, "las dificultades no deben distraernos del objetivo que ya se fijó en 2008, que es la estabilidad del sector financiero", del que forman parte entidades que en su mayoría siguen siendo solventes.
En el turno de réplica a los diputados, Campa sí se ha soltado un poco más y se ha metido en algunos de los temas más delicados. Las siguientes son sus frases más destacadas:
Preferentes: "Se emitieron entre 1999 y 2006 para buscar recursos propios, puesto que las cajas no podían ampliar capital. En 2007, ante la necesidad de recapitalizarse, volvieron a emitir. Desde que aparece el FROB en 2009, se han dejado de emitir. Y en el decreto de febrero de 2011, el Gobierno se adelantó a Basilea III y eliminó la condición de recurso propio. En 2009, había 25.000 millones de saldo vivo y hoy quedan del orden de 8.000 millones".
Bankia: "Tenía un incentivo claro para salir a Bolsa. Les sugiero que miren las tensiones en los mercados financieros entre enero y junio de 2011. Durante ese proceso, nuestro diferencial con respecto a los países vulnerables creció. No debemos minusvalorar este hecho. No es cierto que el problema haya venido dos o tres meses después. Bankia en diciembre del año pasado era relativamente percibida como un proyecto atractivo, con capacidad para generar retornos a sus inversores. Había sufrido una caída en el Ibex desde su salida a Bolsa del 3%, frente a un 10% de caída del índice".
El esfuerzo del Gobierno del PSOE: "El gobierno y el regulador hicieron un esfuerzo importante, con seis decretos leyes que salieron aprobadas con el mayor apoyo en esta cámara, con una mayoría abrumadora de más de 320 votos a favor. Si hay algún país que hizo un esfuerzo sustancial por favorecer la transparencia desde el 2009 hasta ahora, ha sido España. Y el resultado siempre fue generador de confianza".
Déficit de 2011: "Según el informe del Banco de España. El 90% de las desviaciones vino por menores ingresos. Y la mayoría de las desviaciones de gasto vinieron de las comunidades autónomas. La ejecución presupuestaria de la administración central estaba por encima de lo previsto. En los aspectos de confianza estábamos mejor que ahora (Bolsa, prima de riesgo, acceso a los mercados...)".