Magnífico y claro el artículo, Sr. Llamas. Magnífico javilau.
Todos los días descubrimos nuevas, vamos a llamar las cosas por su nombre, traiciones a sus electores y traiciones a España. Están repitiendo y aumentando lo peor de la era Zapatero: más miseria, asesinar las esperanzas de la gente, anuncios continuos de nuevas catástrofes ... mientras ellos ya están pensando en las vacaciones que no podemos tener quienes aún trabajamos para mantenerles.
No hay un ministro que se salve. Todos se están revelando como una cuadrilla de inútiles: Soria, Wert, Báñez, Gallardón ... o que están ahí para defender los intereses de sus amigos y familiares (¿Montoro?).
Un grupo Parlamentario lleno de miserables que aplauden las medidas en contra del pueblo. ¿Nadie en el PP se acuerda de las Víctimas del Terrorismo y del 11-M?.
Ahora un estúpido mata por accidente a la esperanza democrática para Cuba.
¿A quién hemos votado?. ¿Donde quedó el Programa Electoral, compromiso con el electorado?. Si hasta Esperanza Aguirre dice tonterías como lo de los peajes para terminar de arruinar al sector del transporte. ¿A qué esperas para cerrar Telemadrid y deshacerte de tu corte de pijos?.
Tiene que darse una regeneración total en el PP; de no ser así vamos en caída libre por el precipicio y los frutos los recogerán nuevamente los canallas expertos en traernos periódicamente a estas ruinas.
Un saludo y ánimo para todos.
(I/IV)
El descomunal expolio, el brutal atraco perpetrado por Rajoy y sus secuaces con las medidas anunciadas el miércoles de hace dos semanas y corregidas y aumentadas el viernes siguiente, contra los españoles, en especial contra los más débiles, mientras mantienen intactos todos sus privilegios de casta, aparte de ser uno de los actos más abyectos cometidos por gobernante español alguno en toda nuestra historia, va a suponer, si no se remedia cuanto antes, la ruina absoluta y definitiva de España, nuestro hundimiento en el abismo.
El gran problema de España es la depresión, la parálisis, el colapso de su economía, provocado por el colapso inmobiliario y, en menor medida, por la corrupción y el despilfarro en la gestión de las cajas de ahorro. En estas circunstancias, el desaforado aumento impositivo y los graves recortes económicos a parados y funcionarios acordados por este tremendo y despótico inútil, además de llevar definitivamente a la miseria a varios millones de españoles, va a disparar la depresión económica, va a hundir todavía más el consumo, al disminuir la renta disponible de los españoles, lo que se va a traducir en más paro, es decir en más gasto del Estado, y en menos recaudación, con lo que se va a seguir, con una intensidad mucho mayor, por la senda de los primeros meses de este año, en los que ha bajado la recaudación de la Administración a pesar de la subida de impuestos. ¡Bravo, señor Rajoy!
(II/IV)
Pero lo más grave del caso es que estas suicidas medidas –inspiradas, eso sí, por Bruselas y el FMI, que con una torpeza ilimitada aplican siempre la misma receta económica a cualquier país en crisis, teniendo ésta, sin embargo, naturaleza distinta en muchos de ellos y requiriendo, por tanto, soluciones distintas en cada caso- se han tomado para poder obtener el préstamo para el rescate financiero de nuestra Banca.
¿Y por qué era imprescindible, vital, para el Gobierno conseguir el rescate financiero? La respuesta, a poco que se piense, es obvia: para tapar la corrupción galopante, la negligencia desmedida y el despilfarro sin freno de los partidos políticos en la gestión de “sus” cajas de ahorro. En consecuencia, el expolio a los españoles con las nefastas medidas de Rajoy se produce para ocultar los delitos perpetrados por la casta política en las cajas.
Porque la solución lógica, la más favorable, con diferencia, para los intereses de los españoles habría sido dejar que los bancos acreedores de las cajas españolas en quiebra se hiciesen con la propiedad de las mismas, sin poner un euro de dinero público. De esta forma, los bancos extranjeros se convertirían en propietarios de las hipotecas concedidas por estas cajas, lo que permitiría aliviar en gran medida el colapso inmobiliario español e iniciar la recuperación económica, puesto que estos bancos, dada su solvencia, podrían vender los inmuebles embargados con mucha mayor facilidad, tanto dentro como fuera de España, y conceder los préstamos necesarios para reactivar el colapsado mercado inmobiliario español.
Pero eso supondría dejar al descubierto las tropelías, corruptelas y despilfarros cometidos por los partidos políticos en las cajas, y la casta política está dispuesta a hundir el país antes de que salgan a la luz estos hechos. Por otro lado, a los líderes de la UE –sobre todo Alemania- les viene muy bien el rescate bancario, porque así se aseguran de que sus bancos cobrarán las deudas contraídas con ellos por las cajas españolas, pasando el Estado español a garantizar el préstamo.
Sin embargo, para España es un negocio ruinoso porque supone aumentar, aún más, nuestra alarmantemente creciente deuda, y consiguientemente nuestro déficit, lo peor que nos podía ocurrir en la crítica situación actual.
(III/IV)
Si unimos a lo anterior la profunda depresión económica que van a producir las medidas de Rajoy, entre las que se incluye una nueva inyección económica al pozo sin fondo de las autonomías –otro gran aumento de la deuda pública- tenemos el cuadro tenebrista completo. Y todavía hay algunos incautos, a fuer de sectarios, que se extrañan de la caída de la Bolsa y del crecimiento vertiginoso de la prima de riesgo desde el anuncio de las medidas. ¿Es que podía ser de otra forma? Objetivamente, la situación económica española es mucho peor después de las medidas de este gobierno de necios. Y la situación de las cajas no va a mejorar en absoluto, porque el rescate consiste en cubrir un préstamo con otro, con lo que las cajas van a tener que hacer frente a dos préstamos que no van a poder pagar, algo de sobra sabido por nuestros socios europeos, razón por la cual han exigido el aval de España al rescate y le han impuesto el ajuste, porque España es quien realmente va a pagar.
Como he dicho en reiteradas ocasiones, la salida de la brutal crisis sólo tiene un camino, jalonado por dos hitos fundamentales: reducción drástica del sector público, materializada en el despido de un millón, al menos, de empleados públicos o de empresas públicas puestos “a dedo” y en la supresión del Estado autonómico y de todos los innumerables despilfarros públicos, y, en segundo lugar, reactivación intensa del crédito, sobre todo del hipotecario. La primera medida permitiría reducir, hasta eliminar, el déficit público y, en consecuencia, reducir la deuda, con lo que se pondrían las bases para impulsar la reactivación crediticia. Las consecuencias de estas medidas serían la reducción importante, ahora sí, de nuestra prima de riesgo, al recuperar la solvencia nuestra economía, y la recuperación económica.
¿Va Rajoy a aplicar estas imprescindibles medidas? Rotundamente, no. Es metafísicamente imposible que lo haga, porque el actual presidente es una genuina criatura del sistema. Por tanto, si los españoles queremos abandonar la sima oceánica en la que nos han metido y nos siguen hundiendo los parásitos políticos que padecemos, tenemos que correr a gorrazos a este Gobierno y forzar la constitución de un Gobierno de gestión integrado por profesionales muy cualificados, y, sobre todo, decentes y con coraje –creo que algunos nombres están en la cabeza de todos-, ...
(IV/IV)
... que desarrolle un programa de actuación basado en las siguientes medidas: renuncia al rescate bancario, eliminación de todas las subidas de tributos, de los recortes indecentes –sobre todo a parados y dependientes- y de las medidas torpes –como la supresión de la desgravación por compra de vivienda- acordadas por los incompetentes que nos desgobiernan, ejecución del drástico recorte del gasto público comentado, incluida la supresión del Estado Autonómico, e impulso decidido a la reactivación del crédito, sobre todo hipotecario, que debe apoyarse en la moratoria en el pago de la hipoteca de las personas con dificultades económicas.
Una vez puesto en marcha este plan de saneamiento e iniciada la recuperación económica, el Gobierno de gestión promovería la democratización del sistema político español, fundamentada en los siguientes puntos básicos: separación real de los tres poderes del Estado, con elecciones por sufragio universal para cada uno de ellos, elecciones legislativas con circunscripciones uninominales y establecimiento de un estricto control del gasto de la Administración, limitado férreamente por ley y que habrá de ser aprobado, hasta el último céntimo, por el Parlamento y fiscalizado por un Tribunal de Cuentas y una Intervención General realmente independientes. Tras la democratización del sistema, y en un plazo no superior a cuatro años desde su constitución, el Gobierno de gestión convocaría elecciones a cada uno de los tres poderes del Estado.
La caída del gobierno de Rajoy, que se va a producir con relativa rapidez, no debe conducir ni a la vuelta del PSOE ni al acceso al poder de partidos extravagantes, porque de esa manera acentuaríamos la ruina. Tampoco a un Gobierno de gestión elegido por Bruselas que velaría por los intereses de los acreedores de España y no por los de los españoles. O la sociedad española, es decir, todos nosotros, impone la formación de un Gobierno de gestión transitorio integrado por los mejores que acometa la recuperación de España, o estaremos condenados a la ruina más absoluta durante muchos años. La pregunta política esencial que se deben hacer los españoles ya no es a quién voto en las próximas elecciones sino qué puedo hacer yo para salvar a España. Porque votar a cualquier partido mientras no cambie el sistema político supone seguir entregando todo el poder del Estado a los que nos han hundido en la más profunda de las miserias.
- “La intervención de España por políticos extranjeros es positiva cuando el Gobierno cumpla todas las recomendaciones”
Así cambiamos soberanía nacional por intereses políticos extranjeros y recomendaciones por obligaciones (camino del default y la peseta). La prima sube con diseños como este: el BCE presta al estado cien mil millones para rescatar a la banca (con prioridad de pago en los intereses, lo que convierte en potencial basura la deuda anterior); el estado se endeuda y sube impuestos a familias, asalariados, autónomos y PYMES (las grandes fortunas y multinacionales siguen con tributaciones muy inferiores) y subastas de deuda que compran los propios bancos con el dinero del rescate (los inversores extranjeros se abstienen de España a la espera de cazar gangas); los bancos españoles (que antes se financiaron al 1% en el BCE y compraron deuda española al 5%, los contribuyentes les financiamos ese diferencial) no restablecen el crédito con lo que la economía real se deprime y los ingresos del estado bajan. Este diseño (inyectar millones a la banca a través del estado) socializa pérdidas bancarias, reduce la clase media, fabrica riesgos de impago y regala a los especuladores apuestas contra el bono español.
- “El gasto desbocado de unas administraciones públicas que, al igual que el sector inmobiliario, han experimentado una histórica burbuja”.
En el año 2000 la vivienda libre costaba 856 €/m2 de media y al comienzo de la crisis 2.096. Este aumento está muy por encima de los salarios, la inflación y el gasto público “desbocado” que tanto en 2000 como en 2007 era (sin entrar en las partidas) del 39% sobre el PIB (en la UE y la Eurozona era del 46%).
- “La escasa voluntad del Gobierno de reducir el elefantiásico tamaño del Estado”.
El programa de estabilidad prevé que el gasto público baje al 38% sobre el PIB en 2015. Justo antes de la crisis el tamaño del estado español era sólo más “elefantiásico” que los países bálticos, Eslovaquia, Luxemburgo e Irlanda. En 2011, aunque disminuyó la inversión pública en España, el gasto aumentó hasta el 43%, mayor que los países bálticos, Eslovaquia, Chequia, Luxemburgo, Bulgaria y Rumania y menor que el resto (en la UE y la Eurozona era del 49%). Tanto los países intervenidos como nuestros solventes socios del Norte son todavía más elefantiásicos, claro que estos últimos parece que sí puedan permitírselo.
Saludos.
sube por dos razones. la primera una fuerte expeculación financiera y política de desconocida índole también. la segunda por la seguridad de que la casta política española, no sirve para nada y está completamente corrupta. todo lo demás son consecuencias de lo segundo. es asi de simple y ellos solitos ni se van a quitar ni se van a ir a la carcel, porque los jueces tb, están corrompidos, y una enorme parte de la sociedad, ESTE ES EL PROBLEMA SEÑORES.
Por fin alguien que no llama recortes a las subidas de impuestos
¿Y Montoro y Guindos, que son tan listos, no comprenden ni esto?
¿Y Rajoy, será que está depresivo?
No creo que tuviese coste electoral alguno que Rajoy reconociera públicamente sus errores y enderezara, de una vez, el rumbo de su política económica.
SOCIALISMO = RUINA
¿Te enteras, Rajoy?
Bien, Javilau. De verdad se lo digo.
Pero, pregunto: ¿Cómo se pone el cascabel al gato?