El Parlamento alemán ha aprobado este jueves en una sesión extraordinaria la contribución del país al plan para rescatar la banca española con hasta 100.000 millones de euros. Pese al rechazo exhibido durante semanas por parte de los socialistas del SPD y de Los Verdes, el llamamiento que ha venido haciendo el Ejecutivo de Angela Merkel surtió efecto. El respaldo a la participación germana fue finalmente muy amplio: 473 diputados votaron a favor, 97 lo hicieron en contra y hubo 13 abstenciones.
En su discurso para vencer las últimas reticencias, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, pidió un respaldo "masivo" a la participación en el rescate. Su principal argumento fue afirmar que "España responderá como Estado de las ayudas" que reciban las entidades financieras. También citó el paquete de ajustes aprobado este mismo jueves en el Congreso español para "controlar el déficit" y afirmó que las reformas en España "son correctas y necesarias".
"Incluso solo la apariencia de una amenaza para la solvencia de España puede elevar los riesgos de contagio en la zona euro (...) Por lo tanto, cualquier problema en el sector bancario español es un problema para la estabilidad financiera de Europa", alertó el ministro para convencer a sus señorías.
Pese a lo abultado de los apoyos, el Gobierno no consiguió completar la simbólica mayoría del canciller, es decir, el respaldo de todos los diputados que forman parte de los partidos en el poder. La causa, los reparos de los liberales del FDP: 22 de sus parlamentarios votaron contra la participación germana, que ascenderá al 29%, en el rescate.
Tras el sí del SPD y Los Verdes, las críticas más duras llegaron desde Die Linken (La Izquierda). Su portavoz, Sahra Wagenknecht, se quejó de que los contribuyentes alemanes iban a "malgastar" dinero en las inyecciones millonarias en la banca.