Mariano Rajoy intentará demostrar este viernes que tiene un plan de acción real, un calendario con base creíble, tras un nuevo día aciago en el que todo pareció volverse en contra del Gobierno. En los mercados de deuda, la prima de riesgo y el bono español a diez años dibujaron un escenario de intervención total; del lado de las administraciones, las comunidades que no son del PP mantuvieron el acoso mientras otras tantas confirmaron que ya ni tan siquiera pueden pagar los créditos pendientes; y en la calle, las protestas se repitieron en Madrid y en otras tantas ciudades importantes.
El Ejecutivo admite que la situación es dramática. Y de ahí que los contactos con los socios europeos se hayan multiplicado en las últimas horas. El presidente del Gobierno, con la agenda prácticamente vacía, tan solo fue al Congreso de los Diputados a votar y regresó a Moncloa. Allí mantuvo despachos al más alto nivel, la mayoría telefónicos, según las fuentes consultadas. El viernes 20 está subrayado en rojo, ya que la Unión Europea aprobará la línea de crédito a la banca tras el "sí" del Parlamento alemán, lo cual se reconoce como "una buena noticia". Pero, afea un ministro, "el riesgo está aún en Europa por su lentitud".
Para demostrar que España "es fiable y las inversiones seguras", el Consejo de Ministros dará un "paso de gigante" en aras de la estabilidad, según confirmó el Ministerio de Hacienda a este diario. Aunque todo es susceptible de cambios de última hora, se aprobará un programa de cumplimiento del déficit público hasta el año 2015, sin atisbo de desviación alguna. Esto es, con las modificaciones ya aceptadas por parte de Bruselas, alcanzar el 6,3% para el año en curso, el 4,5% para 2013 y un aún muy lejano 2,8% para 2014.
En los cálculos que serán presentados estarán ya contabilizados los duros ajustes, según las mismas fuentes. Y el compromiso, incidieron desde La Moncloa, se mantendrá "pase lo que pase", aunque haya que tomar nuevas medidas, como se da por descontado en algunos círculos de poder.
Además, el Consejo de Ministros aprobará el techo de gasto del Estado para el próximo año, como paso previo para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado. Algunos ministros aseguraron a este diario que ya están muy avanzados los estudios para ajustar las partidas de sus departamentos, que volverán a sufrir de la tijera a pesar de que la cuentas públicas de 2012 ya supusieron una poda muy importante. Con estas decisiones, a lo que sumar el balón de oxígeno que esperan llegue de Bruselas, el Ejecutivo espera un impulso en la Bolsa. Si bien, lo dicen casi en susurros, nada ha servido hasta la fecha.
El Congreso dice "sí" al plan de reformas
En paralelo, en el Congreso el plan de ajuste pasaba el corte solo con los votos a favor del PP. A pesar de que Cristóbal Montoro llamara a la colaboración del resto de grupos, no convenció a nadie. Alfredo Pérez Rubalcaba volvió a hacer una enmienda a la totalidad, y la sede de la soberanía nacional ofreció una imagen de división, lo que suscitó quejas y críticas en el entorno del Gobierno, aunque pesaron más la impotencia y los nervios ante lo que ocurrirá las próximas semanas, en las que seguirán aprobando medidas.
La reforma del sistema energético será este viernes o el siguiente. También vendrán privatizaciones importantes en aeropuertos y red de ferrocarriles. "Vamos a seguir haciendo nuestro trabajo, cumpliendo nuestros compromisos, pero a veces da rabia que nada cambie y el acoso se mantenga", reflexionó un alto cargo popular, en relación "a la prima". Pensar en agosto da escalofríos a muchos miembros del gabinete.
Son muchos frentes - situación financiera, comunidades autónomas, malestar creciente ciudadano...-, resumió un asesor gubernamental. El Ejecutivo dio cierta imagen de que el vaso parecía rebosarse y que no llegaba a todos. Pero en los pasillos de la Cámara Baja de lo que más se habló fue de la ausencia en el debate del presidente. "Estaba reunido, al más alto nivel. Tenemos que tener claro que el partido se juega en Europa, que es esencial. Estamos viviendo los momentos más trascendentales, difíciles, de la historia reciente de España y es necesario altura de miras. Rajoy sabe lo que tiene que hacer y lo está haciendo. No va a hacer caso a críticas de si va o no va a un sitio. Está en lo que tiene que estar", fue la contundente respuesta de su entorno.