El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha justificado este miércoles los recortes a los funcionarios, entre los que él mismo se ha incluido, en la falta de dinero para pagar las nóminas. "No hay dinero y cuando no hay dinero hay que extender la jornada laboral", ha dicho el ministro, que ha insistido en que el sueldo de los funcionarios depende de los impuestos, por lo que si no sube la recaudación, hay riesgo de impago de las nóminas.
"Y eso es lo que está ocurriendo en las comunidades autónomas y en las corporaciones locales y hay que decirlo sensatamente, sin hacer esos aspavientos, entendiendo que no estamos renunciando a privilegios de nada", ha subrayado Montoro, que ha dicho que lo que debería hacer el PSOE es "ayudar" al Gobierno a explicar a los empleados públicos que ésta es la realidad.
Durante la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso y en respuesta a una pregunta de la diputada socialista Meritxell Batet, Montoro ha afirmado que cuando se aumenta el número de empleados públicos, tal y como ha pasado en estos años de crisis, y la recaudación no sube, pagar los salarios públicos se convierte en un problema. "No es tan difícil de entender", ha indicado Montoro, que ha añadido que los funcionarios "saben mejor que nadie" que no hay dinero en las arcas públicas.
En contra de las afirmaciones de la diputada socialista de que suprimir la mitad de los 'moscosos' y todos los 'canosos' no ahorra dinero a la Administración, Montoro ha insistido en que sí tiene efectos económicos. "¿Cómo puede decir que no tiene efectos económicos extender la jornada laboral?", le ha respondido el ministro, que ha precisado que lo que quiere el Gobierno es equiparar las condiciones laborales de los trabajadores del sector público a las del privado. "Y eso no perjudica la calidad del servicio público", ha matizado.
Montoro ha asegurado que el compromiso de los empleados públicos es fundamental para salir cuanto antes de la crisis y se ha mostrado convencido de que ellos son los primeros en querer contribuir a ello.
Por su parte, la diputada socialista Meritxell Batet ha criticado que el Gobierno esté buscando "falsos culpables" de la crisis y ha advertido de que los empleados públicos son un activo para salir de ella, no la causa de la misma.
"¿Cómo se pueden justificar estas medidas diciendo que se han creado 300.000 empleos durante la crisis en el sector público y se han destruido tres millones en el privado? ¿De eso tienen la culpa los funcionarios?", le ha espetado la diputada al ministro.
Batet ha acusado al Gobierno de "estigmatizar" a los empleados públicos y le ha avisado de que ningún país crece ni genera confianza "degradando" a su personal público. "La vía no es desprestigiar a los empleados públicos para ocultar errores ni hipotecar el futuro del Estado", ha concluido.