No es fácil decidir donde ponemos nuestros ahorros, aunque siempre habrá una solución mejor que guardarlos bajo el colchón. Optar por los productos bancarios seguros es la opción más recomendada en momentos económicos inciertos, es decir, aquellos que estén protegidos y garantizados por un organismo independiente.
Renta fija (por ejemplo mediante fondos de inversión de esta clase) y depósitos a plazo están a la cabeza en la preferencia de los clientes más conservadores. La volatilidad de los mercados y las turbulencias del sector financiero no están beneficiando a otros productos que, de manera tradicional, siempre han ofrecido mejores rentabilidades aunque el ahorrador tuviese que asumir un pequeño riesgo extra. Hoy en día, ese riesgo se ha convertido en una enorme alerta roja para el inversor medio. Esto ha llevado a sacrificar rentabilidad para optar por productos con los que se pueda dormir más tranquilo.
También la deuda pública en estos momentos es un vehículo de ahorro muy interesante. Bate a los mejores depósitos en rentabilidad y los supera en seguridad (al menos a los plazos fijos de las entidades financieras que tiene su negocio centrado en el país). Si no se contrata con más frecuencia es, probablemente, por el desconocimiento de la población y las pocas facilidades que suelen dar los bancos a la hora de contratarla.
El producto bancario más fiable
Podrá decirse que es tradicional, pero el depósito es el producto que en momentos de incertidumbre mejor le funciona a las entidades bancarias. Una encuesta realizada por la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera (EFPA) ha desvelado que el 90% de los ahorradores españoles siguen confiando en los depósitos bancarios como producto estrella donde destinar sus ahorros, aunque su contratación se haya reducido un 6% durante el año 2011.
El segundo producto más respetado es la renta fija, en la cual confían un 33% de los clientes. El tercer producto elegido es la deuda pública, como las Letras del Tesoro que ofrecen rentabilidades altas con plazos adaptados a las necesidades de los pequeños ahorradores. El Tesoro ha comercializado letras a doce y dieciocho meses con un atractivo interés que incluso llega a superar al de los depósitos.
Estos tres productos (depósitos, renta fija y letras) tienen otra ventaja en común además de la seguridad: la facilidad con la que se contratan. Para el ahorrador medio son una forma de invertir sus ahorros, sin necesidad de responder con un capital importante, con buena liquidez y con una contratación rápida y sencilla.
Ante la duda, consultar con un asesor
Aquellos ahorradores que se encuentren ante un producto bancario con atractiva rentabilidad, pero del que desconozcan su funcionamiento, disponen de los servicios de asesoramiento en materia de inversión. Tanto personas físicas como jurídicas, inscritas en el registro de EAFI (Empresas de Asesoramiento Financiero) y de las que la Comisión nacional del Mercado de Valores (CNMV) se hace eco a través de este listado público, ofrecen esta clase de servicios.
De esta manera, los pequeños y medianos inversores pueden solicitar información y asesoramiento sobre el mercado de valores, fiscalidad de productos y activos inmobiliarios, así como sobre cualquier otros producto financiero. Aunque este servicio es de pago, es una forma de acceder con total transparencia a la información de un producto bancario que nos estén ofreciendo y cuya inversión pudiera suponer un riesgo para nuestros ahorros o entrañar contingencias futuras.
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