El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés), Andrea Enría, se ha mostrado partidario de mantener la exigencia a los bancos europeos de una ratio mínima de capital del 9%, superando incluso las exigencias contempladas en Basilea III.
En una entrevista concedida al diario Financial Times, Enria subraya el carácter prioritario de "la conservación de capital" ante la persistencia de la crisis en la zona euro junto al proceso de aplicación gradual de la eforma bancaria, denominada Basilea III.
"La cuestión fundamental será la conservación del capital (...) No queremos que el capital sea liberado, sino que los bancos mantengan este nivel de capital y avancen gradualmente hacia la completa implementación de Basilea III", señala el presidente de la EBA.
La nueva reforma de estándares exigidos a la banca internacional contempla que las entidades cuenten con una ratio de capital básico de al menos el 7% en 2019, con una exigencia de 2,5 puntos adicionales para los grandes grupos bancarios de alcance global.
Las declaraciones de Enría llegan días después de que la institución anunciara que los bancos europeos habían aumentado sus reservas en 94.400 millones de euros para cumplir con el requisito del 9% de capital básico planteado por la EBA.
A este respecto, el banquero italiano cifra en unos 240.000 millones de euros el dinero inyectado en la banca europea a través de distintas medidas entre 2011 y 2012, frente a los cerca de 200.000 millones de euros inyectados en los bancos estadounidenses a través del TARP.
"El problema es que nosotros lo hemos hecho de manera poco sistemática", señala Enría. "El proceso de toma de decisiones es complejo (en la UE). Si tuviéramos un sistema más simple, podríamos contar con un TARP en una única inyección y el impacto en los mercados sería diferente", añade.