El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido recortar en un cuarto de punto los tipos de interés de la zona euro hasta un nuevo mínimo histórico, ya que la institución presidida por Mario Draghi los sitúa por primera vez en el 0,75%.
De esta manera, los tipos abandonan el 1%, su nivel más bajo hasta ahora y en el que permanecían desde el pasado mes de diciembre de 2011, después de que Draghi bajara los tipos en 0,25 puntos básicos durante dos meses consecutivos, contrarrestando las incrementos realizados en abril y julio de 2011 bajo la presidencia de Jean Claude Trichet.
En esta misma línea, el BCE también ha decidido dejar de remunerar los depósitos a un día de las entidades de la eurozona en la institución, al reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito en 25 puntos básicos, hasta situarle en el 0,00%.
Por su parte, el tipo de interés aplicable a la facilidad marginal de crédito se reducirá en 25 puntos básicos, hasta el 1,50%, con efectos a partir del 11 de julio de 2012, fecha en la que también comenzarán a aplicarse las nuevas tipos de tipos de interés y la tasa de la facilidad de depósitos.
De esta manera, el banco central cumple con las previsiones de la mayoría de los analistas y de los mercados, que daban ya por descontada esta rebaja, quienes ahora estarán pendientes de la rueda de prensa de Draghi, para comprobar si el BCE ha aprobado nuevas medidas adicionales en este encuentro o deja la puerta abierta a hacerlo en los próximos meses.
La economía de la eurozona se mantuvo estancada (0,0%) durante los tres primeros meses del año, tras una caída del 0,3% en el último trimestre de 2011, según los datos publicados por Eurostat, con lo que esquiva así la recaída en recesión técnica -definida como dos trimestres seguidos de crecimiento negativo- gracias al impulso de Alemania.
Asimismo, la oficina estadística europea informó de que la tasa de inflación de la zona euro se situó en junio en el 2,4%, el mismo porcentaje que registró en mayo, por lo que continúa siendo superior al umbral de estabilidad de precios manejado por el Banco Central Europeo (BCE), ligeramente inferior al 2%.
Las palabras de Draghi
Tras el consejo de gobierno, Mario Draghi compareció, como todos los meses, ante la prensa. El presidente del BCE confirmó que "la circulación del crédito es débil en la zona del euro", aunque hay grandes diferencias entre los países. En su opinión, esto se debe a que los bancos presentan "una aversión al riesgo, una falta de capital o una falta de financiación".
El BCE ha afrontado la falta de financiación facilitando a los bancos toda la liquidez que necesitan y con las dos operaciones de refinanciación con un vencimiento a tres años, recordó el presidente del BCE. Draghi declaró que "se han reducido más las presiones inflacionistas en el horizonte relevante para la política monetaria". Explicó que "algunos de los riesgos a la baja para el crecimiento económico, identificados anteriormente, se han materializado". El presidente del BCE rehusó pronunciarse sobre la posibilidad de que la entidad monetaria acometa una nueva operación de inyección de liquidez con vencimiento a largo plazo, por ejemplo uno o tres años.
El consejo de gobierno dio la bienvenida a "las conclusiones adoptadas por el consejo europeo el pasado 29 de junio para hacer frente a las tensiones en los mercados financiero, restaurar la confianza y animar el crecimiento". "Damos la bienvenida a las iniciativas de la cumbre de la zona de euro hacia un mecanismo de supervisión único, y la posibilidad -con condiciones apropiadas- de recapitalizar los bancos directamente", apostilló Draghi.
El BCE también valoró "el uso de los instrumentos existentes en los fondos de rescate temporal y permanente (FEEF y MEDE respectivamente) de una manera más flexible y eficiente, para estabilizar los mercados", dijo Draghi. También hizo hincapié en la importancia de que cuando la entidad monetaria asuma "la función de la supervisión bancaria unitaria en la zona del euro, se separe de la función de la política monetaria". "El BCE debería seguir siendo independiente", afirmó Draghi en la rueda de prensa mensual, y agregó: "el BCE trabajará conjuntamente con los bancos centrales nacionales".