El ministro francés del Interior, Manuel Valls, confirmó este miércoles que para ajustar las cuentas públicas al objetivo de déficit harán falta entre 7.000 y 10.000 millones de euros suplementarios, algo que su Gobierno no ha ocultado. "Nadie ha escondido que hay que encontrar de 7.000 a 10.000 millones", declaró en una entrevista a la emisora de radio Europe 1 Valls, al ser preguntado hasta cuándo se van a retrasar las medidas para cubrir esa brecha.
Añadió que en esa misma línea, se han revisado las previsiones de crecimiento, en alusión a que en su discurso de política general ante la Asamblea Nacional el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, señaló que el Producto Interior Bruto (PIB) de Francia en 2012 sólo progresará un 0,3%, en lugar del 0,7% que era la estimación oficial hasta ahora, y un 1,2% en 2013 en lugar del 1,7%. Y el titular de Interior reconoció que aunque el presidente de la República, François Hollande, considere que la educación, la seguridad y la justicia sean áreas prioritarias excluidas de los ajustes, su "ministerio debe participar en el esfuerzo" de "reducción del gasto".
El Consejo de Ministros adopta esta mañana un proyecto de ley que rectificará los presupuestos de este ejercicio y que incluirá en particular toda una serie de subidas de impuestos que podrían representar una recaudación suplementaria de unos 7.500 millones de euros. Serán incrementos que, según la explicación de Ayrault de ayer ante los diputados, afectarán a los grupos sociales más privilegiados dentro de la lógica de reclamar "esfuerzos con justicia". Muchas de esas medidas serán, de hecho, supresiones de deducciones fiscales adoptadas durante el mandato del anterior presidente, el conservador Nicolas Sarkozy.
El actual Ejecutivo de izquierdas ha indicado, por otra parte, que congela 1.000 millones de euros de gasto público este año. Por ahora no ha querido cifrar los recortes de empleos en las administraciones y hoy mismo la ministra de la Función Pública, Marylise Lebranchu, se limitó a avanzar que lo que viene "no es una cura de austeridad, sino un gran momento de rigor", así como que los funcionarios "pueden también generar su parte del crecimiento".