"...Habría que dotar a las autonomías de impuestos propios, que ellas pudieran manejar en función de sus intereses; que los tuvieran que subir cuando quisieran gastar más o que los pudieran bajar..." ¡Pues es lo que queda para acabar en la ruina. Las Autonomías hay que eliminarlas de manera radical. Como el hacerlo de forma instantanea generaría mucho desempleo, lo razonable sería amortizarlas en un plazo no superior a cinco años y nada de doradas jubilaciones.
De todas maneras con aumento de impuestos, no se genera riqueza y con la constante subasta de "Deuda Soberana" (¡Vaya nombre!) lo único que se consigue es empobrecer más y más al país. Las subastas de deuda que en muchos casos son para pagar intereses de otros débitos anteriores.
A ver, teniendo en cuenta la economía -ahorro-, libertad -no imposición lingüística ni de otro tipo de provincialismo-, su variante de movilidad -no tener que estar cambiando padrón ni tarjeta sanitaria ni similares-,... creo que la conclusión básica es que las autonomías deben -como mucho- tener la cesión de la gestión regional de las competencias del estado, o dicho de otra forma, ser simplemente una capa más del estado central, si es que es necesaria.
Y como creo que no es necesaria -¿haría falta en el estado hacer separación de la sanidad, por ejemplo, en gestores de zona por autonomía?-, siendo más prácticos y realistas, no deberían existir. Y fin de la historia.
Digamoslo una vez más. El Estado de las Autonomías es ruinoso, y hay que reformarlo a fondo. Entre esas reformas es capital la devolución de las competencias en Educación, Sanidad y Justicia. ¿No se atreven? Pues que pase el siguiente, estos no nos sirven.
Yo vivo en Cataluña, y mientras que la "casta" nacionalista, que copa el 90% del parlamento, siga teniendo el poder, el problema es irresoluble, ya que tienen todos los resortes vitales para crear el clima de opinión que les conviene. Y casualmente la culpa de todos los males los tiene "ESPAÑA".
Es igual que se pongan todos los paños calientes que se quieran, pero el origen de esta crisis se lleva larvando desde la transición en virtud de un pacto Constitucional fallido a todas luces, además de continuamente traicionado por las diferentes "castas" territoriales. Se precisa cirugía antes de que sea demasiado tarde, y no emplastos.
Ah! y por favor que actue la justicia con aquellos políticos que no cumplen lae sentencias judiciales, y no solo con el ciudadano de a pie que se pasa un semaforo en rojo (que también) por que al final no nos vamos a creer nada de este régimen bananero.
¿Impuestos propios?, y qué son si no los impuestos sobre la gasolina para financiar el disparate de 17 insaluds, o las innumerables tasas, precios públicos, etc con que están acribillando a la gente. ¿Los peajes de Esperanza Aguirre no cuentan como impuestos?. Claro, si técnicamente no los contamos como impuestos, entonces decimos que exprimir a la gente de esta forma es algo aceptable.
¿Acaso extremadura no le pone impuestos a los bancos y a las eléctricas, que luego son repercutidos a los ciudadanos de una u otra forma?. Dotar a esta gente con más capacidad impositiva es un disparate.
Lo de las universidades clama al cielo, estoy harto de leer tonterías sobre la universidad española. Para empezar, España tiene muchas menos universidades que el resto de países desarrollados. Así que eso de que no todas las autonomías tienen que tener universidad es no saber de lo que se habla. ¿Un Señor de Aragón tiene que irse a Andalucía a estudiar porque la autonomía esté despoblada, a pesar de que el número de universidades por habitante sea muy inferior al que hay por ejemplo en EEUU, porque lo digáis vosotros?
¿O quién le va a pagar al estudiante extremeño la estancia en una universidad madrileña o castellana?.
España, repito, tiene menos universidades en conjunto y por habitante que el resto de países desarrollados. El gasto en educación superior por otra parte no es tal,sino inversión, si lo cortamos, como lo está haciendo el fascismo de rostro humano, estamos destruyendo nuestro futuro.
No, lo que procede es retirar a las autonomías las competencias de sanidad y educación, que es donde está el gasto. Y posiblemente también empleo y justicia, en las que no pintan nada.
El gasto en sanidad, sin ir más lejos, se ha duplicado desde que Aznar la transfirió a las autonomías. Ya es hora de acabar con este disparate.
Es decir, disolver el estado autonómico; porque no hay forma de articular todo eso sin una verdadera jerarquización del estado en la cual verdaderamente legislen y ejecuten las Cortes y el Gobierno. Si las comunidades ni cumplen leyes ni sentencias, ¡menos lo harían sí dispusieran de fisco propio!