El PIB caerá un 1,8% este año y un 2% en 2013, mientras que la tasa de paro se mantendrá al alza durante los dos próximos años y alcanzará el punto máximo del 27,4% en 2013, según el último indicador Ernst & Young Eurozone Forecast de este verano.
El déficit, según el informe, causará un deterioro cíclico de las finanzas públicas, al tiempo que los ingresos fiscales descenderán mientras que el gasto de los subsidios de empleo y otros costes aumentarán. Así el saldo negativo de las cuentas públicas cerrará el año en el 6,9% y no alcanzará el 3% hasta 2014.
Las perspectivas negativas para la economía española, unidas a la contracción de la demanda, tendrán también su efecto negativo en la inversión empresarial, que descenderá cerca del 10% durante 2012 y alrededor del 4% el año que viene, para crecer un 2% a partir de 2014.
Por su parte, las exportaciones se mantienen como el único punto de apoyo de la economía, aunque sólo crecerán un 0,5% este año por la debilidad de los socios comerciales. En cambio, en 2013, aumentarán un 2,8%. El comercio exterior contribuirá con el 2,6% al aumento del PIB este año y el 1,4% en 2013.
Según Ernst & Young, la recuperación de las exportaciones debería acelerar con fuerza el crecimiento a partir de 2014 gracias a que la reforma laboral contribuirá a una mayor flexibilidad y competitividad de la economía. "Estas reformas representan un paso importante en la consecución de un mercado laboral más flexible", señala.
Ernst & Young dice que las dudas generadas sobre la salud del sistema financiero español y la debilidad de la economía están llevando a España a un agravamiento de la recesión. A la espera de que las reformas den sus frutos y de que los líderes europeos acuerden nuevas medidas, los primeros síntomas de recuperación se alejan a la segunda mitad de 2013.
El informe cita los crecientes problemas del sector financiero español como la principal preocupación de los inversores, que no han disipado sus dudas sobre España tras la ayuda solicitada esta semana por el Gobierno para recapitalizar los bancos que lo necesiten.
Es más, el informe asegura que el Ejecutivo se encuentra atrapado en un "bucle" que se retroalimenta de deuda soberana y bancaria, dentro de una economía en recesión. Como consecuencia, urge una acción rápida para estabilizar la situación y evitar, así, entrar en una espiral negativa que afecte al conjunto de la Eurozona.
La cumbre, "clave"
La publicación del informe coincide con el inicio de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en Bruselas para buscar nuevas medidas. Para el presidente de Ernst & Young en España, José Miguel Andrés, esta cita es "clave" para ayudar a solucionar los problemas que afectan a varios países europeos.
De hecho, Ernst & Young cree que la eurzona cerrará este año en recesión, con una caída del 0,6%, aunque espera una "modesta recuperación" a partir de 2013 que no se consolidará hasta 2014, con un crecimiento del 1,7% ese año y del 2% en 2015.
En cualquier caso, cree que Grecia no saldrá del euro y mantendrá su programa de austeridad y que países como Italia o España serán capaces de evitar nuevas turbulencias financieras. "La salida de este país de la zona euro socavaría la confianza de los mercados en los mecanismos fijados para salvar a otros países de la región y generaría también una fuga de capitales en España, Italia o Portugal", sostiene la economista del Ernst & Young Eurozone Forecast, Marie Diron.
Austeridad o crecimiento
En cuanto al debate entre austeridad y crecimiento, Diron ve "peligroso" simplificar el debate a la elección de uno u otro en un momento en el que la exposición de los bancos a la deuda soberana, la estabilidad fiscal y del sistema financiero están más conectados que nunca.
Así, propone algunos cambios, como modificar el gasto público, de forma que el corriente pase inversión en capital con el objetivo de estimular el crecimiento. Además, cree que los países de la Eurozona con una situación fiscal más sólida podrían relajar sus planes de consolidación para impulsar la demanda interna, lo que ayudaría a estimular la actividad económica en otros países
"Tan importante es solucionar los problemas a corto plazo de la zona euro como no perder de vista los fundamentales a largo plazo", sostiene el socio director de Europa, Oriente Medio, India y África de Ernst & Young, Mark Otty. En ese sentido, advierte que "aunque la situación económica se estabilizase, los europeos deberían mirar el futuro económico más a largo plazo y desde una perspectiva distinta.