El Gobierno alemán ha mantenido su rechazo frontal a los eurobonos desde que estalló la crisis de deuda europea. En los últimos días, Berlín ha reiterado su oposición a este mecanismo, consistente en que los países del norte sufraguen la deuda pública de los países periféricos (colectivizar deuda), de cara a la crucial cumbre europea del próximo jueves y viernes, en la que Italia, España y Francia volverán a exigir los eurobonos.
Una de las declaraciones más contundentes lanzadas contra esta medida fue realizada el martes por la propia canciller, Angela Merkel, ya que en un encuentro privado con uno de los partidos de su coalición de Gobierno señaló que "no habrá una responsabilidad compartida de la deuda mientras viva". Y aún más relevante es el hecho de que, tras pronunciar esta frase, confirmada por diversas fuentes presentes en la reunión, sus socios de Gobierno -los liberales del FDP- respondieron a la canciller: "Le deseamos una larga vida", según publica el diario alemán Spiegel.
El pasado lunes Merkel ya reiteró que los eurobonos eran una medida "errónea desde el punto de vista económico y contraproducente". Y este miércoles ha vuelto a rechazar esta opción, tildando esta solución de "falsos" caminos para salir de la crisis. En la declaración de gobierno previa a la cumbre europea, la jefa del Ejecutivo alemán criticó que en Bruselas se vaya a hablar "demasiado" de "eurobonos, 'eurobills' o de un fondo de amortización de la deuda" y "demasiado poco" de supervisión fiscal.
La canciller señaló que emitir eurobonos sería repetir un "error del pasado" y añadió que sólo cuando se hayan aplicado los controles fiscales necesarios a nivel europeo se podrá empezar a hablar sobre la colectivización de las deudas soberanas. Reconoció que "no se hace ilusiones" y que sabe que en Bruselas este jueves y viernes tendrá que hacer frente a cierta "controversia" por la defensa de sus ideas frente al resto de socios de la zona euro.
En este sentido, advirtió de que no existen soluciones "ni rápidas, ni sencillas" para resolver la crisis de la zona del euro y que los problemas se deben "atajar de raíz", en un proceso de sucesivos pasos, y sin "golpes de mano".
"No podemos prometer lo que no podemos cumplir y debemos aplicar consecuentemente aquello que hemos acordado", afirmó la canciller en su declaración ante el pleno de la cámara, a la que dijo que "el mundo espera nuestras decisiones" y quiere saber "a donde vamos".
La canciller tuvo asimismo palabras para el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, del que dijo que hizo lo "correcto" al solicitar la ayuda financiera europea para el sector bancario. Merkel agregó que el caso español demuestra lo importante que es supervisar el sector bancario de manera adecuada, por el "riesgo de contagio" entre el sector financiero privado y las cuentas públicas.