Un ataúd con el símbolo del euro grita desde el despacho del británico Nigel Farage, líder de los euroescépticos en la Eurocámara, que "a este proyecto le quedan las horas contadas". Farage, azote de eurócratas y defensor de una UE gobernada desde las capitales y sin Reino Unido, resume para Libre Mercado la crisis del euro con crudeza teatral: "Alemania manda y los rehenes mediterráneos obedecen".
Contrario a la política de rescates llevada a cabo por la UE, asegura que los países mediterráneos padecen el síndrome de Estocolmo. "Son rehenes de una Europa que los mantiene vivos a pan y agua, y lo peor es que no hay nadie en sus países que se lo diga".
Tras asistir a 21 cumbres europeas -las mismas que lleva el premier Cameron en el poder-, Nigel Farage está seguro de que, tras la cita de esta semana, "la agonía continuará". Y advierte: "Que Barroso y Van Rompuy no se vayan lejos este verano, algo muy dramático va a ocurrir".
A estas alturas, y después de más de una década combatiendo la Unión Europea "todorreguladora" desde sus tripas, a Farage le queda poca paciencia para la corrección política. "Creen que no debería existir y que soy un enfermo mental porque me opongo al sistema", explica distanciándose de ese indeterminado "ellos" con el que el diputado resume las instituciones europeas. Quizá por eso su gatillo fácil, carne de Youtube, dispara a sus anchas no sólo a sus blancos más habituales, como Barroso o Van Rompuy, sino a los principales mandatarios europeos. "Yo no elijo a mis víctimas, ellas se eligen solas", argumenta.
Rajoy, "el incompetente"
El presidente Rajoy, "el líder más incompetente de toda Europa", según Farage, tampoco se libra de sus balas. "¡Es una broma! Vacila, se esconde y cuando se ve forzado a decir algo, sale y dice las cosas más ridículas. Su declaración el día del rescate... Sinceramente, creo que es lo más absurdo que he oído durante toda la crisis". Convencido de que el préstamo para los bancos es "una tirita", asegura: "El problema no ha desaparecido. Va a volver muy pronto. De hecho, me atrevería a decir que el problema no ha empezado todavía".
Para Farage, que hizo fortuna en Madrid en tiempos de bonanza, la crisis en España era "totalmente predecible". "No estaba preparada para el euro", valora. "Y la parte fácil sería la de que España dejara el euro, si te digo la verdad. Sobre todo, si lo comparas con el problema de los bancos", asegura el británico citando a "expertos de Wall Street" para defender que los 100.000 millones de euros de los que se habló en un principio son "cacahuetes en comparación con la dimensión del problema. Se está hablando de hasta 400.000 millones", dispara.
"España tiene problemas más grandes que una roca llena de monos", asegura mofándose a la vez de la política económica y la exterior del Gobierno. Pese a que muchos colegas le niegan el saludo, está convencido que la crisis le ha hecho ganar amigos. "Antes estaba solo en denunciar que esto no funciona, pero los hechos me están dando la razón", concluye.