El ministro de Economía, Luis de Guindos, presentará al Eurogrupo la solicitud formal de rescate bancario este lunes, pero no incluirá el importe exacto de ayudas dentro del respaldo de hasta 100.000 millones de euros al que podría acceder.
La banca española necesita un capital máximo adicional de 62.000 millones de euros en un escenario extremadamente adverso, con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 6,5% para los próximos tres años, según se desprende de la evaluación de las consultoras independientes Oliver Wyman y Roland Berger encargadas por el Gobierno.
De Guindos espera que el memorándum con las condiciones que se impondrán a los bancos y al conjunto del sistema financiero a cambio de la ayuda europea se acuerde en la reunión del Eurogrupo del 9 de julio.
La cantidad final que pedirá España al fondo de rescate se decidirá una vez terminen las negociaciones. El ministro de Economía espera que el préstamo sea a largo plazo, de más de 15 años, cuente con un periodo de gracia de entre 5 y 10 años y tipos de interés de entre el 3% y el 4%.
El ministro de Economía considera que la recapitalización directa de la banca sigue siendo una posibilidad abierta para España si los líderes europeos llegan a un acuerdo en este sentido en las próximas semanas o meses.
Nuevo examen en septiembre
El Gobierno prevé que el segundo examen detallado sobre la banca española que se conocerá en septiembre concluya que el sistema financiero necesita menos de 62.000 millones de euros de capital adicional para sanearse.
Las cuatro grandes auditoras, Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young, están verificando la clasificación de los créditos de la banca para determinar las necesidades de capital de cada entidad, y presentarán la información contable el 31 de julio.
Posteriormente y a la luz de este análisis contable de las auditoras, una de las dos consultoras (Oliver Wyman o Roland Berger) realizará una nueva prueba de esfuerzo para evaluar la capacidad de absorción de pérdidas de las entidades de forma individualizada.
Así, se conocerán las necesidades de capital entidad por entidad el próximo mes de septiembre y se requerirá que preparen planes de capitalización indicando cómo van a cubrir los déficit de capital, en su caso, para asegurar su viabilidad a largo plazo.
Aún no se ha fijado de qué forma se materializará el respaldo de recursos públicos para las entidades que los requieran para sanearse, ya que podría concretarse en forma de inyecciones de capital o de bonos contingentes convertibles.
Estos bonos, conocidos como cocos en jerga financiera, podrían llevar aparejado un tipo de interés superior al 8%, mientras que las inyecciones de capital no acarrean una remuneración para el beneficiario.