Digo... ¿esto es un artículo periodístico o un publirreportaje, como esos del iahorro -o como sea?
El artículo es un panegírico admirable sobre el arbitraje, o lo que en español corriente se denomina intentar vendernos la moto del referido invento, que viene a ser un sustituto de la Justicia cuando esta no existe por las razones habituales, de ser cara, lenta e imprevisible [1].
Resulta ciertamente admirable que ante la inoperancia del Estado en cubrir las funciones mínimas que justifican su existencia, se tenga que recurrir a la iniciativa privada y conste que no es solo la justicia, porque la seguridad hace tiempo que también está en manos de quien puede consteársea.
Sin embargo, por el camino que van las cosas, creo que la verdadera liberación vendrá cuando en estas mismas páginas nos vendan las excelencias de contar con un buen Semith &Wesson, para aquellos casos en que antes se llamaba al 091.
Salu2.
[1] Este último calificativo sobre los ya conocidos es de cosecha propia, porque desde hace tiempo, la Justicia no depende del Código Mercantil o del Civil, sino del Juzgado que te toque.
Cuántos intereses creados en la mediación y el arbitraje¡¡¡¡.
No es cierto que la justicia tradicional sea más cara y más lenta. El arbitraje es igual de caro y los resultados son bastante peores. La mediación es lo menos profesional que existe. Si los notarios no tienen trabajo, no pueden vender con la ayuda de este ministro de justicia que tiene muchos intereses familiares en el colegio de notarios, que el centro de mediación es la panacea de la resolución de los problemas jurídicos, la mediación es la prepotencia de una de las partes, el mas fuerte, pues generalmente al más debil se le obliga a mediar en muchos supuestos con acuerdos injustos.
Ambas soluciones surgen en un caldo de cultivo contra la justicia que está desprestigiada por jueces que salen en TV y por abogados sin escrúpulos, pero la mayoría de los profesionales son gente anónima que trabajan muchísimas horas y con resultados infinitamente mejores que los de los laudos arbitrales y no digamos los resltados de mediación que son en la mayoría de los casos lo menos profesional que puede existir.
mariele, esta página es de "ideología" liberal. En consecuencia, es normal que vea con agrado la posibilidad de que VOLUNTARIAMENTE la gente se someta a mecanismos alternativos de solución de conflictos. No creo que en EE.UU., Gran Bretaña y otros países estén abducidos por seriales televisivos de éxito menor, en cuanto a audiencia se refiere.
El arbitraje en España ha fallado históricamente de forma clamorosa. El Gobierno anterior promovió la reforma de la Ley reguladora, con vistas a potenciar su eficacia. Veremos si se consigue o no, pero en todo caso, los notarios nada han tenido que ver ni con la ley (que elimina formalidades como la protocolización notarial del laudo) ni con la congestión de asuntos en los tribunales.