La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha urgido este viernes a la eurozona a permitir a corto plazo el uso de los fondos de rescate para recapitalizar de forma directa la banca y ha pedido al Banco Central Europeo (BCE) medidas más creativas para impulsar el crecimiento.
"Pueden ser programas de compra de deuda soberana o una política más tradicional, corresponde al BCE decidir, pero creemos que hay espacio", ha dicho Lagarde, que ha advertido de que la "viabilidad" de la unión monetaria "está en cuestión".
Esas tensiones, según la principal responsable del FMI, planean tanto sobre los bancos europeos como sobre las deudas soberanas de los países de la moneda única.
Lagarde, en este sentido, ha abogado por romper "la retroalimentación negativa" entre esos dos elementos y ha defendido por ello la necesidad de permitir el uso de los fondos europeos de rescate para recapitalizar de forma directa, sin pasar por los Estados, los "bancos débiles".
Esa postura fue defendida por España con vistas a la reestructuración de su sector bancario, pero la idea tiene un claro rechazo por parte de Alemania y, hoy por hoy, no es posible según las reglas en vigor.
Para Lagarde, la posibilidad debería estar disponible a corto plazo, por lo que ha confiado en que "la sabiduría prevalezca" y se dé luz verde a la que considera "la mejor solución". Esa medida debería venir acompañada para el FMI de una "política monetaria creativa" por parte del BCE y de medidas de consolidación fiscal que no se centren en las cifras y permitan a las economías crecer.
A más largo plazo, el FMI defiende que la zona euro avance hacia una unión bancaria y fiscal, que debería incluir una mutualización de la deuda de los Estados miembros y, al mismo tiempo, un control más centralizado de las políticas económicas.