La Comisión Europea cree que España debe "perseverar" en los ajustes y las reformas estructurales, especialmente en el sector bancario, aunque evitando sobreactuar, y no ofrece nuevas recetas pese al aumento de la presión de los mercados, que ha llevado este lunes la rentabilidad de la deuda española y la prima de riesgo a nuevos máximos.
Bruselas atribuye las turbulencias al "nerviosismo" y la "fatiga" de los inversores por la duración de la crisis, pero admite que también se deben en parte a las "incertidumbres" sobre el rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros ofrecido por el Eurogrupo a España, que deberían "eliminarse pronto".
Por ello considera que la "claridad" que aportarán en los próximos días las auditorias independientes sobre los balances de los bancos "contribuirá a clarificar las cosas". La Comisión espera recibir en breve la petición formal de ayuda de parte de las autoridades españolas.
El rescate bancario muestra, a juicio del Ejecutivo comunitario, que "no hay duda sobre la determinación de la eurozona de hacer todo lo que esté a su alcance para apoyar a España". Tanto la decisión como el montante de la ayuda son "suficientemente importantes" como para eliminar cualquier duda.
Pero la Comisión avisa de que "no hay que esperar que la confianza vuelva de un día para otro". "La confianza puede perderse con relativa facilidad pero recuperarla es un trabajo que exige mucha perseverancia", insiste Bruselas.
Los Estados miembros bajo presión de los mercados, y en particular España e Italia, deben "ser previsibles" en su actuación. Ello significa, según el Ejecutivo comunitario, que "no debe haber frenadas, aceleraciones o improvisaciones, sino una puesta en práctica clara y a tiempo de las decisiones anunciadas".
"Las autoridades españolas deben continuar aplicando las decisiones que se han adoptado, ya sea en materia de consolidación presupuestaria o en materia de reformas estructurales", sostiene la Comisión.