Según el Gobierno, no se trata de un gabinete de crisis. Con la agenda del presidente en la mano, varias fuentes oficiales exponen que se trata de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que se alargó porque -admiten- la situación es “muy complicada” y “el Gobierno tiene que estar preparado para responder a todo tipo de escenarios”. Pero, se insiste, ningún despacho celebrado está fuera de la agenda. No obstante, los secretarios de Estado que forman parte de dicha comisión abandonaron la reunión, algo -según el Ejecutivo- que también es habitual si tienen "otras obligaciones". "No siempre están todos y si esto hubiera ocurrido en Moncloa nada habría trascendido", recalcó un portavoz.
Sin embargo, la situación vivida este jueves en los pasillos del Congreso destiló cualquier sensación menos normalidad. Como cada jueves, la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, formada por el presidente, los ministros y los secretarios de Estado, se reunió a las 10:30 de la mañana en el área de Gobierno del Congreso. Pasada una hora, concluyó el encuentro, a las 11:30, con motivo de la votación en el Hemiciclo a la que debían de asistir los miembros del Gobierno que son diputados, es decir, todos menos Luis de Guindos, el titular de Economía, quien permaneció en el despacho del presidente del Gobierno del área gubernamental. En ese momento, los secretarios de Estado se marcharon del Congreso.
Al término de la votación, Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro volvieron a reunirse. Los cuatro miembros del Ejecutivo que mantenían el inusual encuentro rechazaron responder a las preguntas de los periodistas en los pasillos de la Cámara. "Presidente, ¿un mensaje de tranquilidad por la situación en los mercados?", fue la reiterada pregunta. No hubo respuesta.
Las alarmas saltaron ante la escalada del bono español, que sitúa al país en una situación dramática. Después de dos horas y cuarto de reunión, en la que también estuvo presente el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, compareció el ministro de Economía, Luis de Guindos, ante los medios de comunicación en una intervención donde la palabra más repetida -hasta en tres ocasiones- fue la de tranquilidad.
"Lo fundamental es: tranquilidad. Tenemos una ruta que son las medidas que hay que tomar y también sabemos que, efectivamente, hay circunstancias internacionales que están afectando a la volatilidad y la situación de los mercados". El titular del ramo defendió que "el Gobierno está encima de los asuntos y de los temas; está tomando medidas y va a continuar tomando medidas... Y lo va a hacer, no sólo por la situación de la prima de riesgo de hoy, sino en función de los intereses de España y de la zona euro".
Sin embargo, De Guindos no restó un ápice de alarma al discurso gubernamental: "En estos momentos estamos viviendo una situación de volatilidad y de tensión. Esta semana es una semana complicada antes de las elecciones griegas y el Gobierno es consciente de esa situación". En clave europea, se congratuló por "el apoyo de todos nuestros socios de la Unión Monetaria. Y ese es el mensaje fundamental. Es un mensaje de unión que se va a reforzar en la reunión del G-20 a la que asiste el presidente del Gobierno y en el que vamos a hacer un repaso de la economía mundial y de la economía europea".
Preguntado por Libertad Digital, De Guindos sí reconoció que la escalada de la prima de riesgo no puede continuar mucho tiempo más: "No es una situación que es sostenible en el tiempo y estoy convencido de que se irán tomando medidas que la irán remitiendo en los próximos días y en las próximas semanas".
Agenda de Rajoy
En un intento de insistir en la normalidad, el presidente se trasladará después a Moncloa, donde tiene reuniones que son de conocimiento público, como la del sector del automóvil. Según su entorno, “está tranquilo” y lo que “no se puede hacer desde el Gobierno es sumirse en una escalada de nervios y tensión que en nada nos interesa”. De hecho, se hace un llamamiento explícito a los medios de comunicación a no caer en ello.