La banca española redujo su plantilla en 15.651 empleados en el ejercicio 2011, lo que supone una reducción del 5,9% del personal en activo, y cerró 3.269 sucursales, un 7,5% del total, según los datos recogidos en la memoria de supervisión del Banco de España.
De esta forma, el número de oficinas operativas en España se estableció en un total de 40.034, con lo que la densidad se situó en 10,4 por cada 10.000 habitantes mayores de 16 años.
Las entidades de crédito al cierre del pasado año eran 336, tres menos que en el ejercicio anterior. No obstante, esta cifra incluye 29 cajas que, aún con condición de entidades de crédito, dejaron de ejercer actividad financiera directa al haberla traspasado a bancos dentro del proceso de reestructuración financiera.
Dentro de su actividad supervisora, el Banco de España llevó a cabo 209 actuaciones, 30 más que en 2010, que incluyen visitas de inspección in situ y las enmarcadas en los seguimientos continuados permanentes.