¿Orgullo y prejuicio, dices? ¡Bueno...! Jane Austen murió después de un largo proceso que le iba provocando, entre otra cosas, un gran debilitamiento general, hasta que murió totalmente inválida, sin fuerzas ni para respirar. Era el mal de Addison, por entonces una enfermedad desconocida.
Lo de España no es Addison, pero los síntomas se parecen mucho. Cristina: te ha salido bien la metáfora.
Buen artículo.
Me da a mí que Rajoy sale ganando con esto de que los periodistas del extranjero le critiquen. Ahora podrá ir a las reuniones europeas diciendo que los periodistas le odian, y eso debe de dar mucho lustre en ciertos ambientes.