Luis Linde es el hombre del momento. Hasta hace unos días era un técnico muy prestigioso, pero prácticamente anónimo, sólo conocido en los círculos periodísticos, económicos y políticos más cercanos al Banco de España. Ahora, parece que todo el mundo lo trataba a diario.
Según aseguró el ministro de Economía, a Linde no se le conocen afiliaciones partidistas. Sin embargo, aunque no esté cerca de PP ni PSOE, los que le conocen aseguran que es liberal y que puede ser un muy buen gobernador. Casi todo el mundo está de acuerdo con De Guindos en que es una persona de "reconocida competencia" y que cumple con todos los requisitos para el cargo. El pasado noviembre, Linde estuvo en Navarra, en una conferencia de la Fundación Civismo y en una entrevista en Canal 6. En ambos eventos, habló del presente de la Eurozona, de la especulación, de las agencias de rating o la Tasa Tobin. Éstas son sus frases más destacadas:
Grecia y Europa: "Para los griegos, una salida del euro sería una noticia muy mala. Afectaría a sus ahorros. Para Europa, tendría una mala consecuencia: si un país puede salir del euro se abre la vía para que pueda ocurrir más veces. Creo que en España estamos muy muy lejos de Grecia. Su deuda pública está cerca del 190% del PIB y en España estamos cerca del 65%. La Unión Monetaria está en una dificultad grave consecuencia de un gran descontrol fiscal desde hace 8 ó 9 años, pero tanto como hablar de desintegración de los sueños europeos, me parece demasiado".
Tasa Tobin: "Lo propuso James Tobin en el año 1978 para frenar la especulación en el mercado de divisas. Tal y como lo propuso, se vio rápidamente que no era práctico y la idea murió. En el año 2000, la idea se retomó como una forma de allegar recursos para el desarrollo. Ahora ha vuelto a surgir como un impuesto para financiar los rescates bancarios y para hacer más difícil a los bancos tomar posiciones de apalancamiento o liquidez peligrosas. Mi impresión es que sería un error, no sería bueno para la economía y no cumpliría sus objetivos. Estoy en contra de este impuesto". Aunque reconoció que sería factible gravar las posiciones en corto para evitar el efecto rebaño, como hizo Chile, el experto se declaró un firme detractor del impuesto Tobin. "Esta idea –indicó- fue concebida como una forma de frenar la especulación limitando las transacciones financieras, pero es inviable porque no se puede poner de acuerdo a todos los Gobiernos". Además, recalcó que a la propuesta "ya no le queda nada de Tobin, sino que resulta tentadora por su potencial recaudador". En esta línea, tacho de infantil la idea de gravar las transacciones financieras para financiar la ayuda al desarrollo.
Impuesto de Patrimonio: "Este impuesto no me gusta, pero hay que reconocer que en alguna circunstancia, con topes distintos a los que había antes y durante un tiempo limitado, puede tener algún sentido".
Agencias de rating: "Las agencias de rating no tienen nada que ver en la marcha de la economía, sólo dan su opinión sobre el Estado de las cuentas de los países". En relación a las agencias de rating, Luis Linde explicó que se trata de un problema reciente, ya que muy pocos habían oído hablar de ellas hace diez años cuando llevan más de un siglo de existencia. "El problema no es la calificación que puedan dar, sino que Basilea II introdujo la nota de las agencias de rating para valorar los activos de los bancos". Esto, en opinión del asesor del Banco de España, supone violentar su naturaleza. En este sentido, recordó que en 1984 un directivo de Standard & Poor’s se había definido como un "editor de opiniones para los inversores: quien quiere las toma y a quien no quiere no se le obliga". Por esta razón, de acuerdo con Linde, las críticas a las agencias por no haber previsto la crisis mundial resultan injustificadas y apenas una anécdota en su largo historial. Siguiendo el razonamiento, criticó a quienes quieren "eliminar las opiniones negativas cuando un país está en dificultades", porque eso supone eliminar un instrumento para los inversores.
Especulación financiera: "La especulación financiera puede ser positiva, porque aporta liquidez a los mercados", aunque concedió que puede generar efectos muy perniciosos cuando se genera un "efecto rebaño" y se contagian las expectativas: "yo compro porque tú vas a comprar y tú compras porque yo voy a comprar". Linde explicó que la especulación puede desestabilizar un país cuando es brutal y en un solo sentido, "pero puede ser peor el remedio que la enfermedad". En este sentido, incidió en que la mejor forma de evitar la especulación contra una divisa es "garantizar que el banco emisor de la moneda débil no la sostendrá, porque así el movimiento lleva a donde los especuladores quieren y termina". "Por esto no ha habido especulación contra el euro", sentenció.