Aunque el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, negó el martes, una vez más, la necesidad de un rescate internacional, señalando que los temidos "hombres de negro" no desembarcarán en España, el diario germano Die Welt informaba de que las autoridades europeas barajan ofrecer al país una línea de crédito preventiva a través del Fondo de Rescate Europeo para ayudar a la banca española. Por el momento, se desconoce si esta fórmula implicaría la aceptación de ciertas condiciones por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Sin embargo, a día de hoy, todos los países de la zona euro que han recibido ayuda internacional en forma de rescate han tenido que aceptar una serie de requisitos.
No en vano, este mecanismo consiste en un préstamo entre estados en el que los acreedores imponen una serie de condiciones al deudor con el objetivo de recuperar el dinero. La denominada troika -formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE)- establece un memorándum, una especie de contrato, que el país receptor de la ayuda debe comprometerse a cumplir en un plazo determinado. Las condiciones exigidas se centran, básicamente, en tres objetivos: reducir el gasto y subir los impuestos para tratar de reducir el déficit y frenar el crecimiento de la deuda pública, así como profundas reformas estructurales para tratar de mejorar la competitividad de la economía y potenciar así el crecimiento.
La mayoría de las medidas exigidas son muy impopulares y, por tanto, conllevan un elevado coste político. De ahí, precisamente, que el Gobierno de Rajoy intente evitar este escenario. Algunos de los requisitos clave de la troika -excluyendo las reformas para potenciar el crecimiento- se podrían resumir en los siguientes 10 puntos, a la vista de lo acontecido en Grecia, Irlanda y Portugal:
1. Recorte de las pensiones: más allá del retraso de la edad de jubilación o de la reforma del sistema público de pensiones, un rescate suele implicar un recorte de las prestaciones actuales y una posterior congelación de su revalorización durante al menos dos años. El anterior Gobierno socialista tan sólo se atrevió a congelar las pensiones. El actual Ejecutivo del PP tumbó esa medida tras llegar al poder, permitiendo su actualización en función de la evolución del IPC.
2. Recorte de la prestación del paro: la troika recorta los subsidios de paro en los países rescatados y reduce el tiempo máximo que un parado tiene derecho a subsidio.
3. Copago sanitario: el Gobierno ha extendido el copago farmacéutico, pero el resto de países europeos aplican sistemas de copago en muchos otros servicios sanitarios, tales como consultas médicas, urgencias o ingresos hospitalarios.
4. Aumento de tasas en Educación: el ajuste educativo de Rajoy también se podría haber quedado corto. La troika impone nuevos recortes y aumenta las tasas educativas para tratar de cubrir en gran medida el coste de estos servicios.
5. Recorte salarial a los funcionarios: el rescate implica nuevas rebajas salariales a los funcionarios y extender en el tiempo la congelación de sueldos aún vigente.
6. Despido de empleados públicos: estos procesos conllevan el despido de empleados públicos no funcionarios -sin oposición-, la congelación de nuevas plazas y límites a la promoción interna.
7. Parálisis de infraestructuras: la troika frena gran parte de los proyectos de infraestructura y articula mecanismos de colaboración público-privada para reducir el coste de las ya existentes (nuevas tasas en autovías y subidas en el transporte público).
8. Privatización de empresas: exige la privatización de muchas empresas públicas, así como la venta de inmuebles, participaciones industriales y empresariales en manos del sector público.
9. Reestructuración administrativa: fusión de ayuntamientos, eliminación de duplicidades y de organismos públicos y posibles cambios en la ejecución de competencias entre administraciones territoriales -de municipios a CCAA y de éstas al Estado-.
10. Más impuestos: subida del IVA, aumento de Impuestos Especiales, eliminación de deducciones fiscales y reducción de cotizaciones son los ajustes tributarios más comunes en caso de rescate.
Si bien es cierto que algunas de estas medidas ya han sido puestas en marcha por el Gobierno, el aterrizaje de la troika aceleraría de forma drástica el proceso de ajuste y profundizaría en su implementación, en una especie de terapia de choque que Rajoy intenta evitar a toda costa.