El Fondo Monetario Internacional no prepara un rescate de España. Ni tan siquiera está encima de la mesa. "Absolutamente no", zanjó la directora del organismo, Christine Lagarde, tras reunirse con Soraya Sáenz de Santamaría en Washington. "No ha habido ningún estudio del FMI de programa para España ni discusión sobre dicha posibilidad", sentenció.
Era el espaldarazo que el Ejecutivo esperaba, enfadado tras la otra "filtración" en contra de los intereses españoles. Más aún en otra jornada negra en los mercados. Lagarde concluyó: "De ninguna manera" se intervendrán las cuentas del Estado español. Previamente, despachó con la vicepresidenta en un hotel cercano al aeropuerto de la capital. La número dos del Ejecutivo, que también se reunió con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, expuso en ambas citas las reformas emprendidas y en camino y, según las fuentes consultadas, logró el aval de Estados Unidos. De igual forma, se puso de manifiesto la necesidad de buscar "fórmulas europeas" para la recapitalización de la banca.
En este sentido, recuerdan en Moncloa que Lagarde y la administración Obama ya han respaldado en diversas ocasiones los esfuerzos de España. Este mismo jueves, el FMI remachó que la posibilidad de un rescate no se planteaba. Pero entonces surgió la información del rotativo The Wall Street Journal y volvieron a saltar todas las alarmas. Un nuevo terrón a sumar a la montaña de incertidumbre, lo que se puede traducir en otra jornada dramática en la Bolsa.
Antes de que desde Washington se diera el portazo final, desde Madrid el Gobierno ya se encargó de desmentir rápidamente una "intoxicación sin ninguna base" que llegaba en una jornada de malas noticias, con la prima de riesgo sin dar tregua alguna -volvió a cerrar muy por encima de los 500 puntos con respecto al bono alemán- y la banca soberana sin remontar en los mercados.
La irritación y la desesperación se mezclaron, una vez desde Moncloa llevan días encargándose de desmentir publicaciones en medios extranjeros. La voz más autorizada en esta materia, la del ministro Luis de Guindos, se escuchó en el Círculo de Economía que como cada año tiene lugar en Sitges: es "un sinsentido" decir que "estamos negociando un rescate con el FMI", proclamó ante expertos. En su opinión, en estas situaciones "es mejor ni preocuparse en desmentir". El nerviosismo que producen estos rumores "genera desconfianza y paraliza proyectos de muchos tipos", expuso, haciendo patentes los miedos del gabinete gubernamental.
Mariano Rajoy se comprometió a decir la verdad, pero no va a consentir que se tiren piedras contra el tejado nacional. Y a día de hoy se sigue solemnizando que España no será intervenida. "No sé si estamos al borde del precipicio pero estamos en un momento muy difícil", afirmó el titular de Economía.