La confianza del presidente del Gobierno en su número dos es total. Nadie la pone en duda. Solo así se entiende que haya depositado en ella un viaje de extrema importancia; el que inicia este jueves a Washington para reunirse con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, y con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Según fuentes gubernamentales, el viaje estaba programado desde enero. Está previsto que la vicepresidenta no regrese hasta el domingo, por lo que algún miembro del gabinete tendrá que sustituirla en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Soraya Sáenz de Santamaría llevará debajo del brazo el programa de reformas ya ejecutado y el que se pondrá en marcha en las próximas semanas. Incidirá en que puede y debe entrar capital estadounidense en el país porque es solvente y se puede confiar en sus instituciones.
Hasta el momento sólo el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, se había desplazado a la capital estadounidense, el 24 de febrero, para despachar con el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, informa EFE. Precisamente, De Guindos ya está en Berlín para mantener un encuentro con el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble.