El Banco de España destaca en su último boletín económico que en los dos últimos meses se aprecia un "crecimiento significativo", en torno al 20%, de los contratos indefinidos ordinarios, en los que se incluye el nuevo contrato de apoyo a emprendedores creado en la reforma laboral, en vigor desde mediados de febrero.
El banco central español subraya además que, a pesar de que los contratos fijos descendieron con mayor intensidad que los temporales en el primer trimestre del año, los datos mensuales muestran que dicha tendencia decreciente "se ha revertido en los dos últimos meses", de tal forma que el peso de los contratos indefinidos sobre el total de la contratación se situó en el 9% en el mes de abril.
No obstante, la institución considera que "aún es pronto" para relacionar esta evolución de la contratación indefinida con algunas de las medidas contenidas en la reforma del mercado de trabajo. De hecho, argumenta que el mayor peso de la contratación indefinida podría deberse a la caída que han experimentado el flujo de salida desde el paro hacia un empleo temporal.
El Banco de España subraya que, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), los flujos de entrada al empleo "se debilitaron con intensidad" en el primer trimestre del año, mientras que las salidas de la ocupación evolucionaron de manera similar a la de los dos trimestres anteriores.
Así, el supervisor señala que el descenso de la ocupación entre enero y marzo "parece estar especialmente relacionada con un retraso en las decisiones de contratación en un entorno de elevada incertidumbre".
En el primer trimestre del año, el número de parados se incrementó en 365.900 personas, hasta superar los 5,6 millones de desempleados, mientras que el número de ocupados se redujo en 374.300 y se situó en 17,4 millones de personas.
La institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez destaca que la mayor debilidad del empleo en el primer trimestre afectó fundamentalmente a los asalariados, que aceleraron su ritmo de caída hasta el -4,7%, en contraste con lo evolución del empleo no asalariado, que moderó desde el -3,7% al -0,3% su descenso interanual.