Repsol confirma "el gran potencial" del bloque BM-C-33 en aguas ultraprofundas del presalino de Brasil y estima que la zona puede procurar unos recursos de más de 700 millones de barriles de crudo ligero y 3 tcf (billones de pies cúbicos, equivalentes a 545 millones de barriles de petróleo), anunció la petrolera en un comunicado.
Este bloque, señala Repsol, es uno de los mayores descubrimientos del mundo en 2012 y se encuentra en la Cuenca de Campos, donde se ubican los recientes descubrimientos de Seat, Gávea y Pao de Açúcar.
La sociedad conjunta Repsol Sinopec Brasil opera esta concesión y dispone de una participación del 35% en el consorcio explorador, formado también por Statoil (35%) y Petrobras (30%). El consorcio está preparando un plan de evaluación, que presentará a la Agencia Nacional de Petróleo, Gas e Biocombustíveis (ANP).
El pozo al que alude Repsol, denominado Pao de Açúcar, fue perforado con una lámina de agua de aproximadamente 2.800 metros y tiene una columna de hidrocarburos de 500 metros. Se encuentra a 195 kilómetros de la costa del Estado de Rio de Janeiro.
La petrolera presidida por Antonio Brufau indica que el éxito exploratorio de Repsol Sinopec Brasil ha permitido la creación de una importante cartera de proyectos que alimentarán el incremento de la producción de Repsol en los próximos años.
El offshore de Brasil es una de las áreas con mayor crecimiento en reservas de hidrocarburos del mundo, y Repsol ha logrado posicionarse en la zona. De hecho, la compañía desarrolla su actividad exploratoria en las prolíficas cuencas de Santos, Campos y Espíritu Santo, que forman una de las mayores áreas de crecimiento en reservas de hidrocarburos del mundo.