La deuda de las entidades españolas con el BCE se disparó hasta los 263.535 millones de euros en abril, esto es un 15,7% más respecto a los 227.600 millones contabilizados en marzo, un nuevo récord histórico, según datos del Banco de España.
Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor europeo como consecuencia de la financiación que el organismo les ha concedido previamente.
La financiación neta concedida en abril por el Eurosistema a las entidades españolas representó el 68,8% del total de la Eurozona, que ascendió a 382.712 millones de euros. En cambio, este importe bruto de apelación no recoge el dinero que los bancos españoles han tomado prestado del BCE y han vuelto a depositar en el organismo para recibir una rentabilidad del 0,25% a un día.
Las crecientes dificultades de las entidades españoles para financiarse en el interbancario se aprecian al constatar que el crédito solicitado por la banca española al instituto que preside Mario Draghi se multiplicó por seis respecto al registrado en abril de 2011 (42.227 millones).