La posible salida de Grecia del euro y las dudas sobre el sistema financiero español han vuelto a generar este lunes una jornada de fuertes tensiones en los mercados, con importantes caídas en bolsa y un sustancial repunte de la prima de riesgo.
La prima de riesgo, que mide el sobrecoste que exigen los inversores por comprar deuda española en lugar de alemana, ha superado los 480 puntos básicos, un nivel récord desde el pasado noviembre, cuando llegó a alcanzar los 500 puntos. La rentabilidad del bono español a diez años repuntaba en el mercado secundario hasta rozar casi el 6,3%. Al cierre del mercado bursátil, el riesgo español cae ligeramente de los 480 puntos y se sitúa en los 477 con una rentabilidad de 6,22%.
Mientras, los títulos alemanes se hundían a su mínimo histórico, el 1,45%, en una muestra del estado de pánico existente en Europa. La baja cotización del bono alemán hacía repuntar la prima de riesgo italiana, que alcanzaba los 424 puntos básicos, al tiempo que la irlandesa se situaba en 675, la portuguesa en 965 y la griega en 2.613.
Asimismo, el riesgo de impago del Estado español ha vuelto a registrar este lunes un nuevo récord histórico. Los credit defaut swaps (CDS) de España, un seguro que contratan los inversores para evitar pérdidas en caso de que quiebre una empresa o estado, han superado los 540 puntos básicos. Esto significa que un inversor tendría que desembolsar 540.000 dólares para garantizar la compra de 10 millones en deuda pública nacional a cinco años.
De este modo, según los indicadores que maneja la firma de análisis CMA Vision, España registraría una probabilidad de impago del 37,3%, situándose como el noveno país del mundo con mayor riesgo de quiebra si se excluye al estado estadounidense de Illinois, tan sólo por detrás de Irlanda -país rescatado-, cuyo riesgo apenas roza el 41%. El riesgo soberano de Irlanda se ha ido reduciendo de forma paulatina desde que aceptó el rescate internacional, tras aplicar ajustes fiscales y reformas estructurales.
Por su parte, la reforma financiera aprobada el viernes por el Gobierno, que aumenta en 30.000 millones de euros extra las provisiones que tiene que hacer la banca para sanear los activos inmobiliarios considerados no problemáticos, se ha traducido en fuertes caídas de las cotizaciones bancarias, arrastrando con ello el Ibex.