El Principado de Asturias se suma a una lista cada vez más abultada de comunidades autónomas que podrían ser intervenidas por el Gobierno, y que no entiende de colores políticos -en ella están desde Andalucía hasta Murcia-. Un día más, Mariano Rajoy insistió en que no cabe no cumplir con el 1,3% de déficit público en el año en curso. “No estoy dispuesto a que nadie incumpla”, sentenció, en la clausura del congreso del PP vasco.
El presidente es consciente de que la Unión Europea tiene la lupa puesta en las regiones. De hecho, Bruselas puso en duda este mismo viernes que España pueda cumplir sus compromisos precisamente por los desmanes de los Gobiernos autonómicos. Rajoy advierte: “Les vamos a exigir a todas las comunidades autónomas que lo cumplan; las grandes y las pequeñas”.
El Gobierno aprieta pero no asfixia, de momento. El propio Rajoy recordó las ayudas puestas en marcha para que las comunidades consigan no traspasar la línea roja, como el Plan de Proveedores o la nueva línea ICO. “Vamos a ayudarles, pero hago un llamamiento a todos los dirigentes, les digo que toca ser serios, que tendrán que cumplir, como cumplirá el Gobierno de España", remató, a las puertas de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se celebra el jueves ante una gran expectación.
Bajo el compromiso de que cada semana, en el Consejo de Ministros, vendrán más reformas para conseguir la credibilidad que necesita el país, el jefe del Gobierno volvió a optar por envolverse en la bandera de la cruda realidad: “No puedo asegurar que vamos a salir ya de esta situación”. De hecho, recalcó, las medidas emprendidas no darán sus frutos hasta el medio plazo. Dicho lo cual, prosiguió, “sí puedo decir que saldremos y que estamos haciendo lo necesario para ello”. "El Gobierno no se va a cansar de hacer reformas, ha recalcado. "El pueblo le ha dicho al Gobierno que gobierne y a la oposición, si quiere, que colabore. Me gustaría, pero si no lo hacen, mi obligación es gobernar, tomar decisiones, afrontar la crisis, ser valiente y actuar con determinación y coraje. Y eso -ha asegurado- lo vamos a hacer".
Aunque moleste al PSOE, utilizó de gancho la herencia recibida para admitir que han tenido que tomar decisiones complicadas y que van en contra de sus tesis económicas. “Tarde, mal y a rastras porque alguien dijo hace cuatro años que teníamos el mejor sistema financiero del mundo”, afirmó. Un órdago envenenado en plena tormenta por Bankia, y con el PP pidiendo ya abiertamente que el gobernador del Banco de España asuma responsabilidades por su papel en el caso.
“España necesita muchas transformaciones pero el objetivo es hacer lo que se tenía que haber hecho y no se hizo en muchos años”, sentenció el presidente del Gobierno, que apostó por una economía “competitiva, flexible y ajustada a la realidad”. Este miércoles, tendrá que enfrentarse a las preguntas de la oposición en la sesión del control al Ejecutivo.