El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha afirmado este jueves durante su comparecencia ante la comisión del ramo en el Congreso que la expropiación de la sociedad Transportadora de Electricidad (TDE) por parte del Gobierno de Bolivia se ajusta a derecho, por lo que no es comparable con la nacionalización de YPF en Argentina, aunque ha lamentado la decisión del Ejecutivo de Evo Morales.
Soria, aunque ha asegurado que el Gobierno de Evo Morales no se ha negado a negociar, hay "cierta incertidumbre" sobre la indemnización que recibirá Ree. El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera por su parte, dijo este lunes que el Gobierno de Evo Morales dará una "pequeña o diminuta".
Por su parte, el ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Juan José Sosa, dijo que la indemnización se hará sobre la base de 39,9 millones de dólares (30,3 millones de euros).
"Desde algunos ámbitos se ha querido establecer un paralelismo entre la expropiación de Repsol-YPF en Argentina y esta nacionalización. Sin embargo, no ha lugar a ese paralelismo. En el caso de la incautación argentina hay una declarada voluntad de no indemnizar y una ausencia total de diálogo previo o posterior con la empresa; en Bolivia, la indemnización se contempla y las autoridades en absoluto han rehuido el contacto con España y con Red Eléctrica", ha afirmado.
Tras repasar las decisiones adoptadas por Morales desde su llegada al poder, recordando diferentes nacionalizaciones de empresas de varios países y sectores, Soria ha insistido en que "no se observa signo alguno de discriminación contra España o contra las empresas españolas", algo que sí intuye en la posición del Gobierno argentino, informa Europa Press.
"Hay que diferenciar entre las expropiaciones arbitrarias, ilegales y discriminatorias, como la de YPF, donde sólo se expropiaron las acciones de Repsol de entre todos los tenedores; y ésta, que se ha hecho conforme al marco constitucional de Bolivia, lo cual no quita que sea aspiración del Gobierno que REE reciba un precio justo por TDE", ha zanjado.
Negociación de la indemnización
En la misma línea, ha insistido en que Bolivia no se ha negado en ningún caso a negociar con España y con REE, y que se ha comprometido a pactar una indemnización, reconociendo a renglón seguido que hay "cierta incertidumbre" en este asunto.
"El Gobierno actúa con cautela porque los términos del decreto (de nacionalización) dejan espacio para una cierta incertidumbre sobre la fijación del valor de las acciones para la indemnización", ha dicho, poniendo en valor las declaraciones de diversos dirigentes bolivianos asegurando que se establecerá un justiprecio.
Además, ha valorado la disposición del país a permitir que REE colabore con la empresa independiente que fijará la indemnización. "Por todo ello, el Gobierno de España lamenta la decisión de Bolivia pero confiamos en que negocie con REE para alcanzar una compensación justa que satisfaga a todas las partes, y acompañaremos y prestaremos todo el apoyo necesario y posible a la empresa en la defensa de sus legítimos intereses", ha zanjado.
Hace uno días era el ministro de Economía, Luis De Guindos el que decía que Morales había "garantizado" que compensaría a REE.
Opciones de recurso
En la misma línea, ha recordado que el Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones firmado entre España y Bolivia fija "un periodo de remanencia de 10 años, en virtud del cual las inversiones realizadas con anterioridad a la denuncia (del acuerdo) gozan de esa remanencia".
Es decir, que pese a que Bolivia denunció el acuerdo el pasado 4 de enero, REE podría recurrir a la Corte Internacional para el Arreglo de Disputas sobre Inversiones entre Estados y Nacionales de Otros Estados (CIADI) de la ONU "si no se llega a un acuerdo sobre el precio justo", si bien ha reconocido que "no hay mecanismos coercitivos para hacer cumplir los laudos de ese arbitraje".
Finalmente, en relación a las posibles causas que han llevado a Morales a adoptar esta decisión, el ministro ha reconocido que puede haber razones de política interior "ante su necesidad de recuperar iniciativa política", si bien ha insistido en que el Gobierno boliviano "ha llevado a cabo una política sistemática de nacionalizaciones en determinados sectores desde 2006".
En cualquier caso, ha señalado que los argumentos de falta de inversión no son ciertos porque, según un documento de la Superintendencia de Electricidad boliviana, REE invirtió entre 1997 y 2005 más de 34 millones de euros, el triple de lo comprometido al adquirir TDE. Además, ha recordado que fue precisamente el decreto de Refundación de la Empresa Nacional de Electricidad el que "paralizó de facto" desde 2008 cualquier inversión nueva.
Diplomacia preventiva
Ante estas explicaciones, el portavoz socialista en la materia, José Segura, ha reclamado al Gobierno que defina una "diplomacia preventiva" para evitar casos futuros, además de recordar que España debe adaptar su política comercial al Tratado de Lisboa para poder pedir el apoyo de la CE en este tipo de asuntos. "Tiene nuestro apoyo para que cada vez se vertebre mejor una estrategia de apoyo a nuestras empresas", ha añadido.
A este respecto, Soria ha recordado los encuentros mantenidos tanto por el presidente, Mariano Rajoy, como por varios ministros con dirigentes latinoamericanos y ha asegurado que "repercutirán en una diplomacia que intente, en el futuro, suplir las carencias existentes en esta materia", acusando a los socialistas de ejercer hasta ahora una "diplomacia conmemorativa" hacia gobernantes y gobiernos que "luego expropian a empresas españolas".
La expropiación sorprendió al gobierno
Por su parte, el diputado de UPyD Carlos Martínez Gorriarán ha insistido en la existencia de una "relación, si no causal, sí de simetría" entre las expropiaciones de YPF y TDE, aunque ha reconocido que son casos diferentes dado que el Estado es propietario del 20% de REE a través de la SEPI. En este sentido, ha preguntado al ministro si "cree que España se ha convertido en un objetivo fácil para este tipo de ofensivas desestabilizadoras" y ha exigido un mayor nivel de coordinación entre ministerios para "identificar los riesgos" para el país.
Soria ha respondido asegurando que el anuncio de Morales fue "totalmente sorprendente e imprevisible" para el Gobierno, REE y TDE, e incluso "para algunos miembros del Gobierno de Bolivia". Además, ha descartado que detrás de estos movimientos haya una percepción de debilidad en el país. "Es verdad que atravesamos dificultades importantes, pero eso no hace pensar en ningún momento que España no sea un país con una enorme fortaleza. Tenemos mucha más fortaleza que debilidades, pero hace falta un motor que las ponga en valor", ha dicho.
Cambio de actitud
El diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Chesús Yuste ha acusado al Gobierno de cambiar su actitud en las respuestas dadas a los gobiernos boliviano y argentino, ante el que a su juicio "sobreactuaron". Además, ha defendido la decisión de Morales argumentando que "si en España el transporte de la energía se deja en manos de una empresa semipública, ¿por qué en Bolivia van a confiárselo a una empresa extranjera?".
Sin embargo, Soria ha respondido que el Gobierno tiene "la obligación de defender los intereses de cualquier empresa española", tenga participación pública o no, y ha negado cualquier cambio de actitud, insistiendo en que los procedimientos y la disposición al diálogo han sido diferentes.
Por parte de CiU, Inmaculada Riera ha exigido una "posición contundente, de firmeza" en las negociaciones con Bolivia y ha reclamado medidas por parte de la CE y la Organización Mundial del Comercio (OMC) para evitar un tercer caso, alegando que las nacionalizaciones generan "una gran inseguridad jurídica".
Soria ha coincidido con este diagnóstico, señalando que "más tarde o más temprano los efectos de estas decisiones se traducen en efectos negativos en los flujos de inversión", pero ha defendido su gestión de ambas crisis.
Finalmente, el 'popular' Antonio Erias ha reprochado al Gobierno de Morales que "no informara con anterioridad a España sobre sus intenciones" y ha reclamado "respeto" hacia los "principios generales de las inversiones internacionales y los intereses de los accionistas" de REE.