El plan de saneamiento de Bankia implicará una cura de adelgazamiento. José Ignacio Goirigolzarri ha llegado con el objetivo de evitar la quiebra de la entidad y esto pasa por reducir su tamaño y por la venta de su participación en grandes empresas. La meta es hacer caja y reducir el tamaño del balance. No será sencillo, sobre todo porque fuentes próximas a la entidad aseguran que no quieren malvender ni una cosa ni la otra. Pero se ven pocas opciones más en el horizonte.
Para empezar, Bankia tiene por delante un proceso de reducción de su tamaño. En los años previos a la fusión, las siete cajas que conformaron la entidad crecieron. Éste fue uno de los motivos de la creación del grupo, aprovechar las sinergias y los ahorros propios de tener una sola marca en vez de siete. De hecho, sólo en el año 2011, se cerraron 853 oficinas (un 21% del total) y se redujo la plantilla de 24.690 a 20.833 empleados.
Sin embargo, pese a este esfuerzo, todo indica que Goirigolzarri tendrá que acometer un nuevo proceso de cierres y ventas de oficinas. Esta última alternativa está abierta. Bankia tiene fuerte presencia en algunos mercados (especialmente Madrid y Valencia) donde otros grandes bancos nacionales no son tan fuertes. Por eso, su red de oficinas es un bien muy codiciado entre sus competidores. Puede que ninguna quiera quedarse con toda la entidad, pero un troceamiento selectivo podría ser muy bien recibido. Se habla incluso de una reducción de su red de sucursales en el entorno del 40%.
Las ‘joyas de la corona’
Por otro lado, los planes del nuevo presidente para limpiar la entidad pasarán "inevitablemente" por deshacerse de las "joyas de la corona" entre sus participadas. En los primeros años de la pasada década, las cajas comenzaron a atesorar una cartera industrial. Bankia tiene en estos momentos un 12% de IAG (la antigua Iberia, ahora fusionada con British Airways), un 5,4% de Iberdrola y un 15% de Mapfre.
El problema es que éste puede no ser el mejor momento para salir al mercado y desde la entidad se asegura que no se van a "malvender" estos paquetes. Fuentes matizaron a Europa Press que el proceso de nacionalización emprendido permite al Ejecutivo "ganar algo de tiempo" precisamente para iniciar la desinversión en algunas participadas.
En cualquier caso, aclararon las fuentes, Bankia probablemente no se decante por vender todas sus participaciones a través de BFA y conserve algunas de sus carteras de inversión, ya que la entidad espera mantenerse como una de las más consolidadas en el mapa bancario. BFA-Bankia es la cuarta entidad española y cuenta con un volumen de activos de 318.000 millones de activos y más de 10 millones de clientes.
Ventas en seis meses y un año
"Es un paso lógico que se acometerá en unos seis meses o un año", calculó por su parte el analista de XTB Juan Pedro Zamora, quien cuestionó que el Ejecutivo se plantee mantener las inversiones de BFA en IAG y Mapfre. "Pero no serán ventas urgentes", matizó.
El experto de IG Markets Daniel Pingarrón subrayó que Bankia no se puede permitir el "lujo" de ser "atractiva" para los accionistas con estas participaciones en empresas cotizadas, por lo que no dudó de que los planes para sanear Bankia se centrarán en las desinversiones. "Bankia tiene que ser viable y solvente", enfatizó.