"Quiero transmitir esta confianza -en el proyecto de futuro- de forma clara a nuestros clientes y accionistas. Tenemos que transmitir a todos nuestros clientes que en Bankia van a encontrar una entidad líder, con un equipo de profesionales que trabajan para ofrecerles los mejores productos y el mejor servicio. Es muy importante que mantengamos el impulso de gestión". Con estas palabras se ha estrenado José Ignacio Goirigolzarri como presidente de Banco Financiero y de Ahorros-Bankia. Desde que el lunes se conocieron los cambios que estaba sufriendo la entidad, la obsesión de políticos y gestores ha sido mantener la tranquilidad entre los miles de ahorradores que tienen su dinero en cuentas de la entidad.
Los analistas financieros llevan semanas hablando de bancos malos, nacionalizaciones, préstamos del Frob o entradas del Estado en el capital de la matriz de Bankia. Sin embargo, a pie de calle, lo que más se comenta es qué pasará con los clientes y ahorradores que tienen sus fondos en la entidad. La respuesta es que no sólo no les afectará desde el punto de vista negativo, sino que incluso podría beneficiarles. Ahora más que nunca, no hay ninguna duda de que los fondos de la entidad son seguros.
Todas las cuentas y depósitos en bancos españoles (no sólo en Bankia) están garantizados por el Estado a través del Fondo de Garantía de Depósitos hasta 100.000 euros. Eso era así ayer y seguirá siendo así tras la nacionalización.
Lo que cambia es que desde este momento hay menos posibilidades de que Bankia quiebre. Cuando estaba sola, sin el respaldo del Estado, podía especularse con la posibilidad de que una depreciación de sus activos superior a lo esperado provocase una quiebra de la entidad, lo que afectaría a los que tienen otros activos (no cuentas ni depósitos) o más de esos 100.000 euros garantizados. Ahora, con las inyecciones de capital del Gobierno y el cambio del préstamo del Frob por acciones, esa posibilidad se diluye. BFA-Bankia deberá 4.465 millones menos y tendrá más capital. Desde el punto de vista de sus clientes es un negocio redondo y que aporta seguridad para el futuro de sus ahorros.
En estos procesos de nacionalización, normalmente el que más sufre es el accionista, pero ni siquiera parece claro que esto vaya a ser así en este caso. Para empezar, lo que nacionaliza el Estado no es Bankia, sino su matriz, BFA. Ésta tiene el 45% de las acciones del banco y seguirá teniendo ese mismo porcentaje tras la intervención.
Está claro que ésta es la cuestión que más dudas genera, porque se ha hablado de fusiones, de trocear Bankia o de que BFA se integre en su filial. Pero cualquiera de estos procesos podría ser positivo o negativo, todo dependerá de cómo se valore Bankia. Este miércoles, los títulos caían a plomo en la bolsa madrileña, pero a última hora se recuperaron y remontaron parte de las pérdidas (aunque cayeron un 5,84%). Esto es una muestra de que no existe consenso en el mercado sobre cuál es el verdadero valor de la entidad. Algo lógico, por otra parte, en un momento como éste.