Eso de que políticos y economistas de prestigio,"sabios" ambos, no puedan organizarnos una Sanidad Pública, les pone de los nervios. Que la realidad les lleve todos los días la contraria con las muestras de Caridad y solidaridad de la gente, no quiere ni verlo. Ellos quieren conservar lo suyo: no trabajar duro. ¿Dónde están las Leyes de la Caridad? ¡que no existen!, ¡qué peligro!, entonces ¿cómo existe o se organiza sin nosotros? Todo esto es muy peligroso para ellos (el Rey desnudo) Mejor que tengan que cumplir una Ley que nosotros hacemos despacio, y deshacemos y discutimos años y lustros sobre ella, y así hacemos algo y así molestamos a la sociedad y no la dejamos ni organizarse espontáneamente con libertad. Nos sobran muchos políticos. Un tercio de los que tenemos serían suficientes para hacer lo que ahora hacen. Pero es que deberían hacer menos cosas entorpecedoras de la actividad espontánea creadora.
Lo que más me fastidia es que además a los políticos no les bastan sus tropelías, se tienen que adornar con filósofos-economistas que viven fuera de la realidad, como Krugman. Promueven su "excelencia", se la venden a Nobel o a cualquier otro diseñador de adornos y asi se lo presentan al pueblo como un sabio que les defiende, que justifica su trabajo. Después todos corean lo bien vestido que va el Rey...
El mal, muy mal, llamado ""síndrome de Diógenes"" (en realidad: 'el mal de Midas') es un bonito ejemplo de lo distinta que es la realidad de cómo la vemos:
En el mundo antiguo, que no tenía plásticos, ni nylon, ni leacril, la ropa y las bolsas de plástico no se acumulaban, la comida no se pudría en las neveras: los ratones, el calor, y demás agentes naturales solucionaban la destrucción de lo poco que sobraba o no se guardaba bien
y si uno, como el rey Midas, convertía en oro lo que tocaba, lo hacía inmortal y permanente, tenía que pedir el auxilio de los dioses para librarse de tal peste
Pero aún había gente, como Diógenes, al que le sobraba casi todo lo que algunos aprecian como posesión: una casa, algún mueble o ropa elegante; le bastaba una solución habitacional tipo tonel. Fue ""el Estado"", en la figura del generoso Alejandro Magno, el que quiso sacarlo de su tonel y ofrecerle otras comodidades, una residencia aseada, y Diógenes le hizo sólo la petición inmortal: 'Que no me quites el sol'
Hay que luchar contra el 'síndrome de Alejandro', no contra el de Midas (alias y mal Diógenes), aguinaguita.
Los límites de todas las libertades individuales no son de Derecho Natural. Algunas varían con los cambios sociales. un síndrome de Diógenes requiere de intervención de algún nivel de la administración para evitar un problema de salud pública.
En otros tiempos, una acumulación de basura dentro de tu hogar no provocaría esa intervención de poderes públicos.
Limpiar de basura por la fuerza coactiva de la ley, una propiedad privada no inquieta mis principios liberales...
E hilando este argumento con el del artículo, la falta de responsabilidad de una parte de la población que no destinara parte de sus ingresos a coberturas sanitarias puede afectar a la salud pública. En la misma línea se puede argumentar que una falta de previsión por parte de un sector de la población puede ocasionar bolsas de pobreza que requieran intervención pública.
En ambos casos creo que está justificado detraer por la fuerza de la ley parte de los ingresos del contribuyente para atender por la fuerza tales previsiones.
Mis principios liberales quedarían a salvo no en la detracción de los ingresos sino en la aplicación de los mismos dando libertad al contribuyente para elegir la empresa privada que gestionará los servicios sanitarios o los ahorros. De esta manera la libre competencia queda salvaguardada y se protegen intereses públicos.
Gracias.
Uy, paserifo... deberías pensar bien sobre las implicaciones de lo que has escrito antes de quejarte de las condiciones de los médicos del sector público. Si en el sector privado su situación es peor, ¿no significa esto entonces que en el sector público son privilegiados?
Y, ¿qué quieres decir con que sus condiciones no son buenas? ¿quién establece el baremo? No creo que veas el problema.
Y, respecto de los centros educativos concertados, te puedo asegurar que el concertado de mis hijos es infinitamente mejor que el público que tengo como alternativa. Pero no me malinterpretes: preferiría no pagar impuestos y pagar un colegio 100% privado.
Otro grave problema de la sanidad pública es la situación laboral de los médicos. Trabajos muy variables, contratos de semanas, salarios que evidentemente no compensan la labor realizada, y, obviamente, no hay alternativa. Ir a trabajar a la medicina "privada" no soluciona nada, pues la situación está incluso peor. Los hospitales "privados" que reciben subvenciones acaban funcionando tan mal como los centros educativos concertados.
La gente no se respeta a sí misma ni a su trabajo: ¿cómo habrían de exigir respeto y yb tratamiento justo a sus empleadores o a sus banqueros?
Y, por cierto, los enfermos deberían ser conscientes de una vez que la mala situación laboral de los médicos y auxiliares no favorece el tratamiento de su enfermedad ni alarga su vida.
El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.
No tengo muy claro que sean interesantes los seguros médicos, cuando eres viejo sólo ocasionas gastos, y al seguro le interesa que palmes cuanto antes, así de claras son las cosas, y no me fio de la conciencia de los profesionales que me atiendan, sería mejor que ganasen más por atenderte, y no un fijo utilices o no sus servicios, es decir, al seguro debería interesarle que te cures y sobrevivas, aunque inevitablemente pronto acudas con otro achaque, porque eres viejo. De alguna forma debería haber una especie de "cheque sanitario" (como el cheque escolar que puedes gastar en el centro educativo que quieras), en función del padecimiento que tengas, valorado objetivamente hasta donde se pueda, y con tasaciones ya establecidas previamente según medios utilizados, días hospitalizado, etc..., y a partir de ahí, uno busca y elije dónde quiere que le atiendan, con su "cheque sanitario" en la mano, que es el que te da la fuerza y hace que tú seas el dueño de la situación, y además el que te garantiza calidad (porque elijes entre varios), y también tendrás más posibilidades de sobrevivir, aunque seas viejo y estés muy machacadito (porque eso es lo que le interesará también al centro sanitario que te atiende, un cliente que pronto volverá otra vez).
Un afectuoso saludo, y gracias por sus artículos.