El número de hogares con todos sus miembros en paro representa uno de los indicadores más dramáticos de la realidad del mercado laboral en España. Un mercado, el laboral, que se ha llevado la peor parte de la crisis que sufre nuestra economía desde finales de 2007 –por mucho que el PSOE en el poder se negara a reconocerlo-.
Ya 2011 cerró multiplicando por cuatro el número de hogares con todos sus miembros en paro. Tengamos en cuenta que en 2006 ese indicador ascendía en términos absolutos hasta los 395.000 hogares. Pero no sólo eso. Si echamos la vista atrás sólo tres años –en 2008, uno de los peores años de la crisis para el empleo- descubrimos que desde entonces el número de familias enteras en paro se ha multiplicado por más de dos, ya que en aquel año el número de hogares enteros en paro rozaba las 820.000 familias.
Por aquel entonces, la tasa de desempleo alcanzaba prácticamente el 14%. Además, aquel año los datos de los Servicios Públicos de Empleo dependientes del Ministerio de Trabajo reflejaban que cerca de 800.000 parados no recibían prestación por desempleo.
Atendiendo a los datos de la última Encuesta de Población Activa, correspondiente al primer trimestre del año, los hogares con todos sus miembros en paro subieron en 153.400, lo que supone un 9,74% más que en el trimestre anterior, hasta situarse en 1.728.400, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En comparación con el mismo trimestre de 2011, los hogares con todos sus miembros en paro se han incrementado en 342.400, un 24,7% más. Por su parte, los hogares con todos sus integrantes ocupados se redujeron en 252.300 en el primer trimestre del año, un 2,8% menos respecto al trimestre precedente, hasta un total de 8.593.700 hogares. En el último año, las familias con todos sus miembros ocupados han bajado en 472.300 (-5,2%).