El Gobierno miró al 20-N y recordó la abultada mayoría absoluta cosechada por el PP para vender una imagen de fortaleza. Una "soledad" -se jactó Cristóbal Montoro- de un amplio arco parlamentario, que este martes tumbó las diez enmiendas a la totalidad en contra de los Presupuestos Generales del Estado. Los votos de Foro Asturias y UPN ayudaron a reforzar la versión oficial.
En privado, sin embargo, preocupa la imagen que se pueda transmitir al extranjero. No es lo mismo que los dos principales partidos vayan de la mano a que el PP eche de su poder parlamentario, interpretan. Y de ahí que volvieran a tenderse puentes con el PSOE, utilizando como percha la decisión del Banco Central Europeo de no comprar más deuda europea, haciendo saltar de nuevo las alarmas en Moncloa.
El encuentro discreto -los medios de comunicación no fueron informados- tuvo a protagonistas de perfil exclusivamente económico. Del lado del Gobierno, Luis de Guindos, titular del ramo. Del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero y el exministro Valeriano Gómez. Encima de la mesa, la intención del ministro de explicar a sus homólogos la gravedad de la situación, a pesar de los apoyos internacionales recibidos. En el ambiente, el deseo gubernamental de acercar los lazos, una vez el distanciamiento entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba es cada día mayor.
Un café de menos de media hora, en el que Guindos se mostró convencido de que el BCE saldrá al rescate de España si fuese necesario. En el Gobierno volvieron a ser muy criticadas las palabras de Mario Draghi, acusándole de "irresponsable". En cualquier caso, les dijo que el Tesoro tiene liquidez para los próximos meses, según avanzó EP. Según el calendario descrito por el ministro, los mercados se irán relajando con el paso de las semanas –mayo será clave-, lo que arrastrará a la prima de riesgo a niveles menos preocupantes.
Por parte del PSOE, se pidió que se deje de "demonizar" a las comunidades, si bien Cristóbal Montoro les replicaba, a micrófono abierto, que serán intervenidos todos aquellos gobiernos autonómicos que no cumplan con el objetivo de déficit, situado en el 1,5% para 2011.
El presidente quiere sumar el máximo de apoyos. Siempre lo ha dicho, y de hecho, hasta el último minuto, se prolongaron las negociaciones ante el debate presupuestario. Sin embargo, en caso de que no lo consiga, también deja claro que no le temblará el pulso. Las cuentas públicas, aún "difíciles, duras y que no gustan", llevarán "sin ningún género de dudas" a la recuperación, defendió en una breve declaración. "Yo estoy muy contento. La situación económica es muy difícil y en un momento como el que estamos viviendo se necesita un Gobierno fuerte y con apoyos suficientes en la Cámara para sacar las políticas adelante", argumentó, en los pasillos de la Carrera de San Jerónimo.
De hecho, si algo quiso remachar el jefe del Ejecutivo es que los ciudadanos le dieron su respaldo hace menos de un trimestre. Y que con él le basta. Al hilo, el ministro de Hacienda fue un paso más allá y se preguntó: "¿Cuántos Gobiernos pueden actuar?", para a renglón seguido contestarse que sólo el español porque "su soledad es una mayoría absoluta".
Rajoy defendió con un argumento más su amplia representación parlamentaria. A su juicio, le da "estabilidad y seguridad", lo cual viene como anillo al dedo cuando "estamos haciendo lo que hay que hacer". "Sabemos que es muy difícil, pero estoy absolutamente convencido de que lo vamos a conseguir", remató.
El debate se instaló con fuerza en los pasillos de las Cortes, donde, en tromba, los populares salieron a defender a su líder. "Soledad la del PSOE, que no tiene ni ideas ni proyectos y que se está dedicando a calentar el ambiente", afirmó un ministro que en los últimos días recibió muchos palos por parte de la oposición. Citando a Soraya Rodríguez, portavoz socialista, que dijo que el Gobierno se "esconde" tras su mayoría, otro alto cargo añadió: "Más quisieran ellos poder esconderse en esa mayoría".
Así las cosas, los Presupuestos superaron una etapa más para su puesta en funcionamiento. Las enmiendas de devolución recibieron 156 votos a favor, 182 en contra y una abstención por error de un diputado del PP. El Gobierno, que acusa el hecho de retrasar las cuentas hasta después de las elecciones andaluzas, aspira a dar señales de ir por el buen camino para que así regrese la ansiada confianza en la marca del país.