"Estos resultados demuestran la fortaleza y resistencia de nuestro modelo de negocio". Con estas palabras, Ángel Cano, consejero delegado de BBVA, ha iniciado la rueda de prensa de presentación de resultados del primer trimestre de su entidad. La frase no ha sido una excepción. A lo largo de toda su intervención y en las respuestas a la prensa, Cano ha mostrado una cara optimista, no muy habitual en el ambiente empresarial en las últimas semanas. Sus mensajes clave han sido dos: su grupo es "sólido" y podrá resistir sin mayores problemas las nuevas exigencias regulatorias y la economía española crecerá con las reformas y comenzará a recuperarse a finales de este mismo año.
Los resultados del BBVA en este primer trimestre pueden leerse de forma muy distinta. Para los que ven el vaso medio lleno, el grupo ha mantenido 1.005 millones de beneficios (229 millones en España) a pesar de las fuertes provisiones que ha tenido que realizar para sanear sus activos como consecuencia de las imposiciones de la reforma financiera y del BCE. Para los que prefieren quedarse con la parte negativa, la caída del beneficio ha sido del 12,6% (52,2% en España).
Lo cierto es que el mercado ha reaccionado bien al anuncio y la acción del BBVA subía por encima del 2,2% en la bolsa madrileña. En momentos de tantas turbulencias en el sector, mantener ganancias de forma holgada se interpreta como todo un triunfo. De hecho, incluso en la cuestión más delicada que esconden los balances bancarios, los activos inmobiliarios, Cano se ha mostrado bastante confiado. Por una parte, ha desestimado que vayan a necesitar un "banco malo" o cualquier otra figura. Por otro lado, ha asegurado que "no tienen prisa" en deshacerse del suelo, las promociones o las viviendas que han debido asumir como consecuencias de impago.
De hecho, su convicción es que al banco le van a "sobrar provisiones" cuando vendan todos estos activos. Sus cuentas son que el saneamiento ha llegado al 87% del suelo, 82% de las promociones no terminadas y al 61% de las viviendas finalizadas. Por eso, están convencidos de que las ventas llegarán, a través de la "gestión activa" de la cartera y que superarán el margen para no incurrir en ulteriores pérdidas (con vender una vivienda al 40% del valor del préstamo ya estarían cubiertos por las provisiones). Es más, Cano ha asegurado que "no están dispuestos a destruir valor", aunque tengan provisiones: "No vamos a vender al 15%".
España: creciendo en 2013
Cano no se ha limitado a pintar un panorama positivo en lo que concierne a su entidad. También para la economía española ha tenido palabras más optimistas que las habituales en la escena pública en las últimas semanas. El consejero delegado ha pronosticado que España va a ir "de menos a más" a lo largo de 2012 y ha cifrado la caída de PIB para este año en el 1,3% (inferior incluso a la del Gobierno). Es más, para 2013 el servicio de estudios de la entidad prevé un "crecimiento claramente positivo".
Respecto a las reformas del Gobierno, ha asegurado que van en la buena dirección y ha pedido "tiempo" para que puedan verse sus "resultados". Además, también ha apoyado al Ejecutivo en su búsqueda de la estabilidad fiscal, declarando que "no se debe renunciar al objetivo de déficit en absoluto".
Evidentemente, una parte importante de las preguntas a Cano han versado acerca de la reforma bancaria impulsada por Luis de Guindos. Su apuesta es que a finales de este año apenas quedarán seis cajas, de las 47 que había en 2008. Su petición es que salgan "entidades solventes" cuanto antes ("este año tendría que estar hecho" ha afirmado) y que se profundice en el saneamiento. En este sentido, ha mostrado su convicción de que "la mayoría de los bancos" españoles no tendrá necesidad de ningún tipo de rescate, y ha señalado que el BBVA está abierto a posibles operaciones, más allá de la compra de Unnim que cerró hace unas semanas.