Les echaron de YPF en cinco minutos. Ni siquiera Cristina Fernández de Kirchner había terminado de dar el discurso en el que anunciaba la expropiación "inmediata" de la filial de Repsol cuando los funcionarios argentinos entraron en las instalaciones de la compañía para desalojar a sus empleados.
"Entraron de pronto. Estábamos viendo la intervención de la presidenta en televisión y nos sorprendió, porque apenas habían pasado unos minutos y estaban en nuestros despachos", ha explicado Tomás García Blanco, director general de Exploración y Producción de YPF al diario Expansión.
El subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación de Argentina, Roberto Baratta, fue el responsable de la operación y el encargado de invitar a los trabajadores, con una lista de nombres en una mano y un pelotón de la gendarmería argentina en la otra, a que tomaran "sus pertenencias personales y abandonaran el edificio".
No hubo tiempo ni para hacer las maletas. "Ni a Antonio Gomis (director general de Repsol en Argentina) ni a mi, nos dejaron recoger nuestras cosas del despacho. Tuve que abandonar mi apreciado Quijote, una de esas cosas que siempre llevo encima como ejecutivo español expatriado", cuenta Blanco.
"Ese mismo día, retuvieron a nuestro director de Planificación y al de Administración, a los que interrogaron. Se decretó silencio porque la cautela aconsejó no pronunciarse cuando puedes ser un rehén", asegura Tomás y añade que "ahora que estamos en casa y sin amenazas, podemos contar lo que pasó".
Los dos directivos ya están en casa pero no olvidan esa tensa jornada del 14 de abril cuando a ninguno de los dos se les permitió ponerse en contacto con sus familias "todavía quedan allí 44 trabajadores del equipo que están volviendo poco a poco", relata.
"Pasamos de ser héroes a villanos en unos meses al encontrar este yacimiento de hidrocarburos no convencionales. Con los recursos de Vaca Muerta, Argentina puede duplicar su producción de hidrocarburos. El yacimiento provocó un cambio de actitud brutal en el Gobierno", asegura Blanco, el responsable del descubrimiento de Vaca Muerta.
"Nos cerraron todas las puertas y no quisieron hablar con nosotros de ninguna manera desde febrero de este año. Querían apropiarse del recurso como fuese y tengo la impresión de que forzaron la situación", concluye.